Autoridades y observadores de China denuncian hoy el trasfondo político y hasta presiones de Estados Unidos en la decisión de Brasil de suspender los ensayos de la vacuna CoronaVac, desarrollada por la local Sinovac contra la Covid-19.
Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, indicó que la acción no tiene vínculos con la naturaleza del producto y los creadores mantendrán la comunicación con el gobierno suramericano al respecto.
Mientras, algunos analistas chinos la calificaron de irrazonable y coincidieron en que es resultado de las rencillas entre políticos de aquel país, específicamente, las discordias del presidente Jair Bolsonaro y el gobernador del estado de Sao Paolo, Joao Doria.
Otras voces señalan las presiones de la Casa Blanca y recuerdan que el secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, el mes pasado llamó a Brasil a reducir la dependencia de las importaciones chinas para evitar supuestos riesgos de seguridad.
Asimismo, denuncian el intento por frenar la cooperación Beijing-Brasilia en las vacunas contra la Covid-19, en medio de una carrera global en la cual varios países prueban sus preparados.
La Agencia de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil ayer suspendió temporalmente los ensayos clínicos de CoronaVac después que un voluntario sufriera ‘un incidente adverso grave’ el 29 de octubre último.
Esos estudios lo desarrolla Sinovac con el Instituto Butantan, gracias a un acuerdo gestionado por el Gobierno de Sao Paulo.
Butantan se mostró sorprendido por la medida de Anvisa y anunció una pesquisa sobre el asunto.
Sinovac, por su parte, reafirmó confianza en su sustancia y negó que guarde relación el efecto adverso reportado.
El mes pasado la compañía farmacéutica indicó que cumpliría con los requerimientos del Gobierno chino para concretar la venta de su vacuna a Brasil, tras la incertidumbre alrededor de la importación de seis millones de dosis.
Una fuente anónima dijo al diario Global Times que la decisión final se tomaría sobre la base de intercambios oficiales y auguró un proceso muy complejo.
Según recordó, en las últimas semanas hubo muchos cambios de postura respecto al negocio e incluso Bolsonaro negó la compra poco después que su ministro de Salud, Eduardo Pazuello, mencionó un acuerdo de Sao Paulo para adquirir la CoronaVac.
La empresa desmintió, además, que vendería cada dosis a 1,96 dólares como anunció el gobernador paulista, Joao Doria.
Crónica Digital/PL
Santiago de Chile, 10 de noviembre 2020