La seguidilla de escándalos de ministros de la Iglesia católica chilena involucrados en abusos sexuales a menores parece indetenible, ahora con nuevos expedientes que salpican a altos jerarcas.
Luego de un profundo proceso de investigaciones adelantado en Chile por los enviados especiales del Vaticano, el obispo de Malta, Charles Scicluna, y el sacerdote español Jordi Bertomeu, los destapes más recientes agudizaron la crisis.
La víspera la asociación de Laicos de Osorno exigió la renuncia del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, cuestionado como encubridor
“Es un arzobispo que está tan cuestionado, con pérdida de tanta autoridad, que no puede prolongar su estadía al mando de una diócesis que tiene seis millones de personas”, dijo a la prensa Juan Carlos Claret, vocero de la agrupación.
Ezzati, de origen italiano, es blanco de críticas desde hace algún tiempo a partir de las
denuncias en expedientes de trasgresiones de poder o sexual, en su caso particular por supuestamente haber sido cómplice indirecto.
Así, sufrió las críticas de varios feligreses que mostraron carteles durante la homilía en honor a la Virgen del Carmen en el Templo Votivo de Maipú.
Los Laicos de Osorno fueron parte fundamental en las exigencias de salida del nombrado
obispo de esa diócesis en 2015, Juan Barros, quien finalmente dimitió del cargo hace algunas semanas.
Barros en un principio contó con el espaldarazo del papa Francisco, quien luego de informarse mejor tras su visita a Chile en enero pasado, emprendió una serie de acciones que generaron el estallido de la Caja de Pandora.
La Policía de Investigaciones (PDI) y el Ministerio Público requisaron instalaciones de los obispados de Temuco y Villarrica, en el sur de Chile, en nuevas pesquisas por abusos sexuales a fines de la pasada semana.
Otro duro golpe a la Iglesia católica contra su credibilidad, con el encarcelamiento del excanciller del Arzobispado de Santiago, Oscar Muñoz Toledo.
El allanamiento en Temuco y Villarrica, región de La Araucanía, fue liderado por el fiscal Ã-talo Ortega, quien fue designado como responsable de la investigación por actos de pederastia de ministros de la Iglesia en esa zona.
La indagatoria incluye a los sacerdotes Pablo Isler Venegas, Juan Mercado Elgueta, José Bastías Ñanco y Mardoqueo Valenzuela. Además, el cura Belisario Valdebenito Erices de Villarrica.
El Juzgado de Garantía de la ciudad de Rancagua formalizó a Muñoz Toledo, y decretó prisión preventiva.
Muñoz Toledo, un sacerdote que se había autodenunciado en enero, fue imputado por la presunta comisión de abusos sexuales reiterados y estupro contra siete menores, informó el Poder Judicial.
Santiago de Chile, 17 de julio 2018
Crónica Digital /PL