Alcaldes chilenos expresaron hoy su preocupación tras el anuncio de la construcción de una cárcel de máxima seguridad en la Región Metropolitana de Santiago, por las consecuencias para los barrios y sus habitantes.
El recinto tendrá una capacidad para 500 plazas y albergará a los líderes de las bandas del crimen organizado.
En una declaración publicada este sábado, la jefa de la comuna de Santiago, Irací Hassler, y los concejales expresaron su categórico rechazo a la edificación de otra penitenciaría en esa municipalidad.
Aunque no está confirmado el lugar del emplazamiento de la instalación, uno de los posibles sitios es el barrio Rondizzoni.
Consideramos altamente inconveniente incorporar un nuevo establecimiento a un espacio territorial que actualmente alberga los Centros de Detención Preventiva Santiago 1 y Santiago Sur, la Cárcel de Alta Seguridad, el Anexo Capitán Yáber, además del Centro de Justicia, señala el texto.
También se manifestó en contra de la iniciativa el alcalde Luis Valenzuela, de la comuna de Tiltil, donde se encuentra la prisión de Punta Peuco, que alberga a los condenados por delitos de lesa humanidad durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Interrogada sobre el tema, la ministra del Interior, Carolina Tohá, mantuvo en reserva la futura ubicación de la cárcel, cuya construcción fue anunciada esta semana por el presidente Gabriel Boric ante el incremento de la violencia y la inseguridad en el país. No obstante, Tohá admitió que dondequiera que se levante el centro hay que adoptar medidas para mitigar los impactos en el entorno.
El ministro de Justicia, Luis Cordero, defendió el proyecto de construir el recinto carcelario, tras recordar el significativo aumento de los internos en los últimos 24 meses.
“No es la solución al crimen organizado, pero es una muralla relevante”, dijo Cordero, en entrevista concedida a El Mercurio.
Santiago de Chile, 22 de julio 2024
Crónica Digital/PL
