Por su parte, López Obrador fue recíproco en un mensaje que centró en los alcances del Tratado comercial Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC, en español) que ya entró en vigencia el 1 de este mes.
Dijo que el T-MEC se creó como una opción para producir empleo y ampliar sus fronteras comerciales y productivas sin necesidad de irnos lejos de nuestro hogares estados y naciones para producir los volúmenes que requieren nuestros países de importaciones y exportaciones que pueden procurarse aquí con menor costo.
No se trata, aclaró, de cerrarnos al mundo sino de aprovechar las ventajas de la vecindad y aplicación de la buena política de vecindad y cooperación para el desarrollo.
Consideró que el tratado se nutre de otras inversione también y cumple los principios de elevado contenido regional mientras abre condiciones justas de empleo y remuneración para los trabajadores de los tres países.
Este acuerdo significa, dijo, un paso importante en la integración de los tres países, aporta capacidad productiva, tecnología, mano de obra calificada y terminamos complementándonos.
Presentó a México como un aliado valioso para la integración, y aclaró que ‘con ello me refiero a su joven y creativa fuerza laboral porque la participación de los trabajadores es de igual importancia en estos acuerdos que las empresas que lo conforman, pues si no hay buenos obreros de poco sirven las tecnologías y las inversiones’.
Con T-MEC, que es un acuerdo que respeta la soberanía de cada uno, estamos optando por marchar juntos al porvenir, y privilegiar el entendimiento, hacer a un lado las diferencia con diálogo y respeto muto, dijo y agregó que ‘Hemos tenido desencuentros y hay agravios que no se olvidan, pero también hay acuerdos de cooperación y convivencia’.
Hemos consolidado, aseguró, las relaciones económicas y comerciales y una peculiar convivencia a veces distantes y otras de amigos entrañables marcada por 38 millones de mexicanos que vivn en Estados Unidos y millón y medio de estadounidenses en México.
En ambos países -dijo- mexicanos y estadounidenses viven y forman parte de la sociedad y han forjado vínculos culturales y otros, como en los mejores tiempos de las relaciones políticas, pero lo que estimo más importante es recibir comprensión y respeto mutuo.
Después de esos mensajes, en los que no hubo preguntas, los mandatarios y sus comitivas realizarán una segunda ronda de conversaciones y finalmente por la noche habrá una cena en la que están invitados 11 empresarios mexicanos. Está previsto que López Obrador regrese a México mañana temprano.
Washington, 8 julio 2020
Crónica Digital/PL