El traslado de los restos del líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, fallecido en octubre de 1974, generó una polémica en círculos políticos de izquierda, informa Notimex.
La organización Casa de Miguel-Red Solidaria programó para este sábado el traslado de los restos de Enríquez al llamado Memorial del MIR, el cual se construyó en la tumba de otro dirigente del movimiento, Luciano Cruz, en el Cementerio General de Santiago.
El traslado fue rechazado por el grupo Miristas por la Memoria, los que en un comunicado de prensa señalaron que “nos sumamos a la decisión de la familia de Miguel Enríquez de no trasladar sus restos mortales a un memorial” este sábado.
El texto apuntó que “Miguel perteneció a esa pléyade de jóvenes que despreció el personalismo y los honores fatuos por considerarlo ajeno a la cultura revolucionaria”.
Aseveró que junto a otros “grandes hombres y mujeres de su tiempo buscaron construir una sociedad que rompiera con esa ideología burguesa que separa a los hombres por clases sociales, por color de piel o por diferencias religiosas”.
Condenó la decisión de la organización Casa de Miguel-Red Solidaria de trasladar los restos de Enríquez y agregó que se trata de una “falta de respeto” hacia la familia por parte de “algunos personajes” que buscan “reinstalarse en la política contingente”.
“Rechazamos su falsa pretensión de ser los poseedores de la memoria del MIR. Esta se comenzó a escribir mucho antes que estos personajes llegaran a Chile y se interesaran por la memoria”, consignó el comunicado.
Indicaron que el deseo de su padre, Edgardo Enríquez Frödden, fue ser sepultado junto a su hijo en una sencilla tumba del Cementerio General de la capital chilena, lo cual se cumplió en noviembre de 1996.
Miguel Enríquez, que ingresó a la carrera de Medicina en 1961, militó en el Partido Socialista y fue uno de los convocantes del Congreso de Unidad Revolucionaria, que se realizó en agosto de 1965 y donde se fundó el MIR.
El joven revolucionario fue elegido miembro del Comité Central y luego Secretario General del movimiento y tras el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, contra el presidente Salvador Allende, rechazó salir al exilio y organizó actividades clandestinas contra la dictadura (1973-1990).
Por ese motivo, Enríquez fue uno de las personas más perseguidas por el régimen de Augusto Pinochet y fue abatido por agentes de seguridad de la dictadura el 5 de octubre de 1974 en la zona sur de Santiago.
El líder del MIR tuvo dos hijos: Javiera Alejandra, con su esposa Alejandra Pizarro, y Marco, con la periodista Manuela Gumucio. Este último es en la actualidad candidato presidencial del Partido Progresista de Chile (PRO).
Fuente: Notimex, el Clarin,cl
Santiago de Chile, 7 de octubre 2012
Crónica Digital