Por Marcel Garcés Muñoz
Este 23 de septiembre se cumplen 13 años de la partida hacia la memoria, del escritor, periodista, compañero, amigo, maestro de periodismo y de la vida, José Miguel Varas Morel, un observador, testigo y protagonista privilegiado de una época histórica de Chile, de los sueños de generaciones por un futuro mejor, así como los dramas, dolores, heridas, duelos tras el asalto a la democracia del 11 de septiembre de 1973 y el genocidio perpetrado por la dictadura militar derechista encabezada por Pinochet y sus mandantes de la derecha económica y política de la época, manipulada, financiada y entrenada por Washington.
Su ejemplo y conducta digna, solidaria, cálida y pedagógica dejó una huella imborrable en generaciones de jóvenes periodistas que recogieron sus enseñanzas sobre el compromiso de una profesión con la realidad y con las esperanzas y sueños de su pueblo, al mismo tiempo que el deber de un sentido militante de la calidad, de la verdad y del compromiso ético en el ejercicio de la profesión con las demandas, aspiraciones y sueños de futuro de su pueblo.
José Miguel no solo fue un gran y prolífico escritor, siendo reconocido con el Premio Nacional de Literatura el año 2006, además de una producción literaria, que inició en Punta Arenas, a los 13 años, y que fue reconocida y premiada con una larga lista de distinciones literarias en Chile y el mundo.
De ello dio cuenta en su momento el poeta Armando Uribe, amigo entrañable, que lo caracterizó con exactitud: “Se interesa por todos los seres a su alcance; todos ellos son su prójimo. Su apariencia, igual a su espíritu, es serena, digna, sencilla. ¿Soy demasiado apologético? Sea. Lo considero el mejor cuentista en mi lengua chilena”.
Pero el mundo de los aportes de José Miguel a la historia política, social y periodística de Chile, es mucho más amplia y extensa. En sus libros viven personajes sencillos, luchadores sociales, líderes sindicales. En fin el pueblo innumerable, artistas, políticos, soñadores, enamorados y enamoradas, y de acuerdo el retrato de José Leandro Urbina en el prologo a su obra póstuma,:”Debo decir sucede. Cien crónicas de carne y hueso”: “La mirada siempre atenta ante el entorno y a la pagina escrita crea un mundo donde el hombre más simple, con sus defectos y virtudes, se transforma en personaje. El aporte a un registro de la cultura cotidiana pasa por legarnos páginas que recuperan fragmentos de la contradictoria, dramática, divertida, extravagante, azarosa vida de los hombres y mujeres de su tiempo”.
En Chile, Varas trabajó en radio, fue Director del diario comunista El Siglo, fue Corresponsal del mismo periódico en Moscú.
Durante el Gobierno del presidente Salvador Allende, ejerció como Jefe de Prensa de Televisión Nacional y tras el 11 de septiembre del 73, llegó a la Unión Soviética, para encabezar el equipo chileno del programa Escucha Chile, de Radio Moscú y tras 15 años de exilio volvió al país para integrarse en medios nacionales que buscaban competir con el dominio monopólico dominado por EL Mercurio y la derecha política y económica.
José Miguel, el que siempre estará presente en la memoria, como un imprescindible que trasciende.
Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 23 de septiembre 2024
Crónica Digital