Según un comunicado de la empresa enviado al diario Global Times, el medicamento lo desarrolló el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, presentó resultados positivos en la primera y segunda etapa de ensayos y se convirtió en ‘el primer candidato en el mundo que demostró inmunogenicidad favorable y seguridad’.
No arrojó efectos adversos de importancia, se aplicó a mil 120 individuos sanos de entre 18 y 59 años de edad, y la tasa de seroconversión de los anticuerpos neutralizadores alcanzó el 100 por ciento.
Las pruebas se realizaron bajo el método aleatorio, doble ciego y controlado con placebo.
‘Se trata del estudio clínico más integral y efectivo de una vacuna contra la Covid-19 y proporciona datos científicos para la prevención y el control epidémico, y el uso de emergencia en China’, acotó el texto.
Sinopharm ofreció hace unos días esta y otra sustancia similar, pero obtenida por su Instituto de Productos Biológicos de Beijing a empleados de empresas estatales del país que trabajan en el exterior.
Su aplicación ?precisa una notificación de la firma- es completamente voluntaria, con un consentimiento firmado previamente y la segunda dosis se administraría entre los 14 y 28 días posteriores a la primera.
El domingo la farmacéutica china Sinovac anunció también que su vacuna inactivada CoronaVac es segura y eficaz contra la mortífera neumonía.
Datos preliminares de los estudios revelaron la producción de anticuerpos en más del 90 por ciento de los voluntarios en solo 14 días y como efectos adversos dejó dolor leve en la parte donde se aplica, fatiga y fiebre baja en algunos de ellos.
Sinovac prevé compartir pronto los resultados con la comunidad internacional mediante artículos y se propone proceder con la tercera fase de las investigaciones, la cual se realizará en Brasil y su conclusión tomará tiempo.
No obstante, la firma aseguró que la podrá a disposición del uso público si CoronaVac arroja resultados positivos.
China prevé que en el otoño esté lista para uso de emergencia alguna de las seis vacunas que somete actualmente a ensayos clínicos. Cinco de ellas la desarrollaron empresas domésticas y la sexta es un proyecto de la firma china Fosun, la alemana BioNTech y la estadounidense Pfizer.
Hace unos días la Organización Mundial de Salud comentó sobre los progresos de esos productos, mientras Beijing completó la planta más grande del orbe para elaborar de 100 a 120 millones de dosis anuales de las vacunas inactivadas.
De acuerdo con el diario Global Times, estados como Canadá, Malasia y Reino Unido se mostraron dispuestos a trabajar con China en las investigaciones de dichos fármacos, pues se necesita probarlos en el extranjero ante la caída de casos de Covid-19 aquí.
Beijing, 17 junio 2020
Crónica Digital/PL