Es lamentable que mientras mantenemos una lucha contra el negacionismo y el olvido, un grupo de extranjeros venga a reírse de uno de los mayores dramas que ha sufrido este país.Nada justifica lo que la dictadura cívico militar hizo con nuestros padres, esposos, hermanos, hijos y amigos.
Esperamos y exigimos las disculpas públicas de la comunidad venezolana en Chile.
Santiago de Chile, 25 de febrero 2019
Crónica Digital
Con estupor e indignación hemos visto, frente a la Embajada Bolivariana de Venezuela, el accionar violento, insolente e intolerante de un grupúsculo fascista; representante de la minoritaria y autodenominada”Sociedad Civil Venezolana” acompañados por los nietos de Pinochet y de Patria y Libertad.
En realidad, estos fascistas vienen actuando sincronizados con las oligarquías criollas del “Cartel de Lima” y con los “neofascistas europeos, en su afán de buscar apoyo a su anti humanista y anti patriótica causa de implorar, a los ejércitos imperiales, a que invadan y saquen su propia Patria.
En Madrid intentaron impedir, a las organizaciones políticas y sociales españolas, con extrema brutalidad, un acto de solidaridad con la Venezuela Bolivariana. ¡Habráse visto tamaño despropósito! Insultar y golpear a los dueños de casa que los acogen! En Santiago, fueron mucho más allá: mancillaron la memoria, la consecuencia, la lealtad a los principios; de nuestros héroes caídos y martirizados por las garras del fascismo.
Los fascistas venezolanos no han querido aceptar y reconocer que los sectores populares, los excluidos y marginados, por ellos mismos en el pasado, son una inmensa mayoría que defienden sus conquistas. Los fascistas están enfermos de odio, han asolado las calles de Caracas con sus “Guarimbas”. Incendian desde parvularios, universidades y centros médicos. Queman a seres vivos y asesinan impunemente cobijados en
el poder del imperio y por la abusiva y grotesca campaña mediática.