Con más participación que en la primera vuelta, la carta de Chile Vamos consolidó su triunfo aventajando en casi diez puntos a Alejandro Guillier. Hoy las cosas son distintas a 2010, sobre todo, por la nueva configuración del Congreso: ¿Qué pasará con la Nueva Mayoría?, ¿Cómo se reordenará el Parlamento a partir de marzo?, ¿Qué rol jugará la DC en los próximos años?, son algunas de las preguntas que deja esta nueva elección.
Más de seiscientos mil votos separaron a Sebastián Piñera de Alejandro Guillier. Con un 54 por ciento de los votos válidamente emitidos, el candidato de Chile Vamos es electo presidente de Chile para el periodo 2018-2022.
A temprana hora se supieron los resultados. Antes de las 19.00 horas el Servicio Electoral entregaba proyecciones irremontables para la Nueva Mayoría. Alejandro Guillier no había sido capaz de imponerse en las urnas, pese a haber subido en más de veinte puntos su votación de primera vuelta. Así, mientras en el comando oficialista el senador por Antofagasta reconocía públicamente su derrota, en la vereda del frente, los triunfadores festejaban al interior del Hotel Crowne Plaza, lugar donde se reunieron pasadas las 16.00 horas del domingo.
En el desglose nacional y con casi la totalidad de las mesas escrutadas, casi diez puntos separaron a los candidatos. Región por región la diferencia fue aún más explícita, solo en Aysén y Magallanes el periodista logró superar en votación al empresario. Los votos de chilenos en el exterior también le dieron supremacía a Alejandro Guillier, votos que no fueron suficientes para alcanzar la abrumadora mayoría de Sebastián Piñera que obtuvo sus mejores marcas en Tarapacá, Biobio y La Araucanía, alcanzando en esta última el 62 por ciento de las preferencias.
La abstención fue durante toda la campaña presidencial un tema obligado para todos los aspirantes presidenciales. En la primera vuelta, solo 6 millones 700 mil votantes se acercaron a las urnas, por lo que una de las estrategias del balotaje fue insistir en el llamado a sumarse a la elección. Principalmente, porque en las últimas presidenciales la tendencia había sido la disminución de la participación política.
El cambio a ley electoral era otro factor de preocupación. Con espacios más restringidos para la publicidad y nuevas normas al financiamiento, diversos analistas habían insistido en la posibilidad que las cifras de abstención crecieran, sin embargo, la tendencia se revirtió: este 17 de diciembre 6 millones 900 mil electores se acercaron a las urnas, 250 mil más que el 19 de noviembre, superando por poco lo que fue la participación de la segunda vuelta de 2006, cuando Michelle Bachelet fue por primera vez electa mandataria.
Las cifras convierten a Piñera en el presidente más votado en las segundas vueltas en nuestro país, también al que más votos ha obtenido desde la presidencia de Eduardo Frei (4.040.497 votos) números que, a pesar de ello, siguen manteniendo alta la tasa de abstención en el país. De catorce millones habilitados para sufragar, poco menos de la mitad del Padrón Electoral optó por votar, al rededor de un 48 por ciento del total.
Los cruces de votos
En la Primera Vuelta presidencial, Sebastián Piñera y José Antonio Kast sumaron 2 millones 940 mil 429 votos, 792 mil 218 votos menos que los obtenidos este 17 de diciembre. En tanto, Alejandro Guillier, sumado a los votos de Beatriz Sánchez, Carolina Goic, Marco Enríquez Ominami y Alejandro Navarro (candidatos que entregaron apoyos a la carta oficialista) totalizaron 3 millones 622 mil 510 votos, 515 mil 316 votos menos que en la primera elección.
Ante estas cifras se abren un sinfín de interrogantes: ¿cuántos de los votos de Carolina Goic se fueron a Sebastián Piñera?, ¿cuántos frenteamplistas realmente votaron por Guillier?, incluso cabe preguntarse cuántos de los votos de Beatriz Sánchez fueron a parar a Chile Vamos, respuestas que se tendrán que ir encontrando durante los próximos años, desafío de quienes ahora se convierten en oposición para volver a posicionar su postura política.
Reacciones al triunfo
“Podemos sentirnos orgullosos de nuestras propuestas, pero también hay que hacer autocrítico: hemos sufrido una derrota dura”, dijo Alejandro Guillier pasadas las 19.30 horas. Desde el hotel San Francisco, recinto escogido por su comando para esperar los resultados, el senador por Antofagasta reconocía la victoria de Sebastián Piñera por su “macizo triunfo”, comprometiéndose luego a ser una “oposición constructiva” en el próximo gobierno.
Poco más tarde y tal como lo dicta la tradición, la presidenta en ejercicio, Michelle Bachelet, realizó el protocolar saludo al presidente electo. En la conversación telefónica, la mandataria felicitó a su opositor por haber alcanzado la primera mayoría nacional.
Más desde dentro, en la propia coalición oficialista, en desánimo empezó con las primeras proyecciones del Servel. Así, uno de los que reaccionó a la derrota fue el diputado Gabriel Silber, haciendo un análisis del momento político del conglomerado actualmente en el gobierno. Mientras que Karol Cariola, diputada PC, asumió internamente la responsabilidad del fracaso: “Por nuestra falta de unidad hoy gana una opción que no representa a Chile”.
Desde el Frente Amplio uno de los primeros en comentar la derrota del candidato oficialista fue Gabriel Boric, pese a haberlo apoyado públicamente, criticó la campaña “anti Piñera” impulsada también por algunos miembros del joven conglomerado, asegurando que Guillier “no se comprometió con las transformaciones”.
En la vereda del triunfo, el nuevo presidente de Chile, Sebastián Piñera, hizo su discurso poco antes de las 21.00 horas. Comenzó agradeciendo a Alejandro Guillier por la competencia. Así, hizo mención a la necesidad de los acuerdos, de la colaboración, para construir Chile: “Tenemos que conversar sobre los caminos que nos unen”, le dijo a la carta oficialista. También reconoció que ganaron con más votos de los que pensaban ganar.
Desde Renovación Nacional, Andrés Allamand insistió en las críticas a Alejandro Guillier, asegurando que “su campaña negativa” fue uno de los errores centrales de la Nueva Mayoría. “Se nace como un mandato positivo y empoderado”, dijo.
El destino de la Nueva Mayoría
Los próximos días serán claves para la reconfiguración política de Chile, en especial de la ex Concertación hoy Nueva Mayoría. Una de las primeras dudas a despejar será la continuidad del Partido Comunista en el bloque, toda vez que en 2012 se sumaron con el único fin de ser gobierno.
El próximo Congreso suma una cuota de incertidumbre a los cuatro años venideros. Esta vez, y debido a la ampliación del número de diputados a 155, se necesitan 78 parlamentarios para alcanzar la mayoría, número que no tiene Chile Vamos (que tiene 72), por lo que los acuerdos serán imprescindibles, incluso, para obtener mayoría simple, que es lo mínimo que necesita un bloque para aprobar reformas en el país. Con este puzzle, fundamental será la posición de la Democracia Cristiana ¿qué hará la Falange durante el próximo gobierno?, ¿cómo votarán sus catorce diputados?, en ellos puede estar la llave que abra o bloquee el programa del nuevo presidente.
Paula Campos C.
Periodista
Radio Universidad de Chile
Santiago de Chile, 18 de diciembre 2017
Crónica Digital / radio.uchile.cl
Es falsa de falsedad absoluta la miserable afirmación de este artículo contra el Partido Comunista y el supuesto ingreso al gobierno en 2012.
El PC y los demás partidos de la ex-Concertación crearon la coalición Nueva Mayoría y participaron de lleno en la campaña de M. Bachelet. El PC, como corresponde, es parte del actual gobierno.
Distorsionar la historía, basado en un despreciable anti-comunismo, es mentir.