“El sector sindical tiene muy poca afiliación en comparación al número de trabajadores. Los países donde más hay afiliaciones sindicales en estos momentos, es en Uruguay, 35% pero en Guatemala, 3%; Colombia, 4%; Paraguay, 7%; Chile, 12%. La mayoría de los trabajadores no están sindicalizados. Hay que tratar de que el movimiento sindical represente a la mayoría de los trabajadores”.
Esa es una de las urgencias que debe abordar el sindicalismo latinoamericano, de cara a una autorreforma que revierta esta realidad para lograr avanzar en la tarea de robustecer el movimiento sindical latinoamericano. Así lo señaló, el secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas (CSA), Víctor Báez, en el marco del seminario “La autorreforma sindical en América Latina”, realizado este jueves en la sede del sindicato Banco Estado y organizado por la secretaría de Educación, Formación Sindical y Capacitación de la CUT, liderada por la consejera nacional, Karen Palma que contó con el respaldo de la de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de la fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES).
Junto a Báez, participaron los panelistas internacionales: Leidy Sanjuan, de la Escuela Nacional Sindical de Colombia; Álvaro Padrón coordinador de Proyectos de la FES Uruguay y Ari Aloraldo do Nascimento, secretario Nacional de Organización CUT Brasil. A ellos se sumó el saludo e intervención de la presidenta de la CUT Chile, Bárbara Figueroa y un panel de consejeros de la CUT que dieron su mirada sobre la autorreforma en el sindicalismo chileno.
El dirigente de la CSA, fue enfático en destacar que “todas las organizaciones deben mirarse a lo interno, hacia dentro, incluso la CSA. Deben ver cómo pueden funcionar mejor, cómo pueden ser más útiles a la clase trabajadora. Y a partir de eso, cómo representar a más trabajadores y hacer su proceso de autorreforma”. Los cambios deben apuntar a tener organizaciones más representativas, más inclusivas, con mayor poder de presión. La renovación de la dirigencia, es un tema a debatir puesto que los jóvenes también tienen que estar representados. Otro ejemplo, es “hacer un proceso democrático de inclusión de las mujeres (…). Son la mitad o muchas veces son más de la mitad, pero no tienen presencia en las dirigencias sindicales”, acotó.
Otra arista que, a juicio de Báez, debe gatillar los cambios al interior de las organizaciones, es la fragmentación del movimiento sindical: “generalmente, donde existen dos o tres centrales se van a organizar a los trabajadores donde ya hay organización sindical. Se pelean por ese pequeño lote de trabajadores que ya están organizados”. De ahí que la consigna sea: “es mejor tener pocos sindicatos con más trabajadores adentro, que tener muchos sindicatos con pocos trabajadores adentro. Un sindicato con ocho trabajadores, no tiene poder alguno de incidencia frente a las decisiones patronales”.
El diseño de estrategias de comunicación más fluidas y asertivas, es otro pilar: “¿Cómo llegar a los jóvenes…¿a través de un periódico?, no; ¿a través de la televisión normal?, tampoco. Podemos probar, a través de las redes sociales. Hay un conjunto de medidas que hay que ir tomando, de tal forma que el sindicalismo se renueve y pueda mostrar una cara al público en general, no solamente a los trabajadores también a la sociedad para que sepa lo que está pasando, Los medios de comunicación, no solo ocultan la información sindical sino que la tergiversan. No solo no pasan nuestros mensajes sino que pasan mensajes falsos que van en contra de la imagen del sindicalismo”, señaló Báez.
Pero la autorreforma no es solo “organizativa, es política”, agregó, citando por ejemplo: “un sindicato, muchas veces, no prioriza el tema del pago de las cuotas de los afiliados. El pago de las cuotas, no es solo una cuestión financiera, es una cuestión política porque una solidez financiera le da a un sindicato la posibilidad de invertir en esto e invertir en aquello para aumentar el poder mismo que tiene”.
Báez, también se refirió al impacto de la “Derechización” de la región en el movimiento sindical,: “los gobiernos de derecha, siempre van a buscar tener algún referente sindical para justificarse, para legitimarse. Veamos qué cosas surgen, pero evidentemente, aumenta la necesidad de que nosotros nos prepararemos para enfrentarlo. Son proyectos políticos los que se enfrentan. Los gobiernos de Derecha son mensajeros, ejecutores de las políticas del gran Capital. Hoy, tienen proyectos de aquí a 50 años; ellos, están ya pensado en el mundo de aquí a 50 años. Nosotros no podemos seguir pensando en reaccionar sobre lo que pasó ayer. También debemos planificar, ir analizando, cuál sociedad queremos en el futuro y pelear por ese tipo de sociedad, por ese tipo de empresa y por ese tipo de distribución de la riqueza”.
Santiago de Chile, 17 de enero 2017
Crónica Digital /cut.cl