Nuevos bloqueos de carreteras y concentraciones frente a instituciones estatales se registraron hoy en regiones de El Líbano tras conocerse la muerte de un segundo soldado supuestamente decapitado por islamistas sirios, hecho aún sin confirmación oficial.
Residentes en el poblado de Qsarnaba tomaron las calles este domingo y cortaron la carretera del oeste de Baalbek en solidaridad con las Fuerzas Armadas Libanesas ante la amenaza de grupos terroristas sunnitas como el Frente Al-Nusra y el Estado Islámico (EI).
La movilización siguió a reportes de medios noticiosos locales que al filo de la pasada medianoche confirmaban la muerte violenta del soldado Abbas Medlej a manos de extremistas del EI, grupo que lo mantuvo prisionero junto a otros efectivos desde el asalto al poblado de Arsal el 2 de agosto.
Aunque en redes sociales de internet se colocaron fotos de la matanza del joven militar, y la madre del mismo estimó que las imágenes “parecían reales”, el Ejército libanés señaló que estaba investigando las noticias.
Sin embargo, el primer ministro Tammam Salam convocó hoy a una reunión urgente del comité de crisis creado para dar seguimiento al caso, y posiblemente dirija una alocución al país esta noche para confirmar la decapitación y los próximos pasos a dar.
La agencia estatal NNA informó que el ministro del Interior, Nuhad Mashnouq, canceló anoche un viaje a Qatar al conocer que Medlej fue ejecutado por los terroristas, una semana después de que el Ejército recibió los restos del sargento Alí Sayyed, también degollado.
Oficialmente, Mashnouq partiría este domingo hacia Doha para asistir a una reunión de ministros árabes del Interior que definirá las bases del premio Príncipe Nayef bin Abdulaziz por Logros de Seguridad, pero discutiría con el gobierno qatarí la mediación en el caso de los militares prisioneros.
El mismo sábado en la noche, familiares de los 28 soldados y policías que fueron capturados en Arsal por el Frente Al-Nusra y por el DAESH, nombre en árabe del EI, cortaron la circulación vial en la principal carretera que enlaza a Halba y Koueikhat en la intersección de la localidad de Khraibeh.
A la par, habitantes de la región de Baalbek, limítrofe con Siria, incendiaron neumáticos y bloquearon el paso en la autopista internacional de Britel para también condenar la hasta entonces alegada decapitación de Medlej a manos de los “takfiristas” (terroristas islámicos sunnitas).
Los padres de Medlej exigieron al Gobierno acelerar gestiones para acabar el drama de los efectivos militares y de seguridad retenidos, y consideraron que el crimen contra su hijo era contra todos los libaneses, al tiempo que pidieron a la población “autocontención” tras conocer de la ejecución.
En su primera reacción los progenitores calificaron de grupo criminal al DAESH, que junto con Al-Nusra (un desprendimiento de la red Al-Qaeda) tiene a los uniformados apresados antes de retirarse de Arsal el 7 de agosto, luego de combates que dejaron decenas de muertos en ambos bandos.
Un video difundido por el EI amenazó con decapitar a un soldado cada tres días, si el gobierno de Beirut no aceptaba excarcelar a milicianos islamistas recluidos en la prisión de Roumieh, la mayor del país, y en otras penitenciarías. Las autoridades libanesas descartaron el canje.
Beirut, 7 de septiembre 2014
Crónica Digital / PL