Legisladores de Carolina del Sur, Estados Unidos, acordaron hoy retirar la bandera confederada del Capitolio local, motivo de fricciones tras el tiroteo en la iglesia metodista episcopal africana Emanuel, en Charleston.
El voto de la Cámara de Representantes (94 a favor y 20 en contra) ocurrió tras un enconado debate de 13 horas que se extendió hasta la madrugada de este jueves. La ley pasa ahora a la mesa de la gobernadora Nikki Haley, una republicana que respalda la acción, incluida la retirada de la enseña en un plazo de 24 horas luego de que firme la normativa.
El debate sobre la bandera confederada se incrementó tras la masacre de nueve ciudadanos negros en la iglesia Emanuel cometida por el joven blanco Dylann Roof, y que las autoridades calificaron como un crimen de odio.
Para la mayoría de los afrodescendientes, que son un tercio de la población de Carolina del Sur, la bandera es un oscuro recordatorio de un pasado racista en el estado y se mantuvo ondeando en el Capitolio estatal por más de 50 años.
Es un nuevo día en Carolina del Sur, un día que todos podemos estar orgullosos, un día que verdaderamente nos une a todos a medida que seguimos para sanar, como un solo pueblo y un estado, dijo la gobernadora Haley en un comunicado después de la votación.
Durante el largo debate que se inició el miércoles el representante David J. Mack III, demócrata, advirtió que los parlamentarios estaban perdiendo tiempo hasta el punto que la bandera podía estar ondeando el 18 de julio, día en que el Ku Klux Klan anunció una protesta aquí.
La votación final este jueves se produjo después que los opositores de la bandera derrotaran una serie de enmiendas destinadas a hacer fracasar la propuesta.
Según testigos, en un momento de la noche del miércoles el representante Jenny Anderson Horne, republicano, entre lágrimas suplicó a sus colegas avanzar en la medida sin enmiendas. El pueblo de Charleston merece la eliminación rápida e inmediata de esa bandera de estos terrenos, dijo.
Al respecto del tema, una encuesta divulgada este miércoles por Gallup, indicó que la mayoría de los estadounidenses no consideran la enseña confederada como un símbolo racista.
Alrededor del 54 por ciento dijo que la bandera no representa el racismo, aunque sí la herencia del Sur.
Washington, 9 julio 2015
Crónica Digital / PL