Unos siete mil guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) están concentrados en 19 zonas y siete puntos transitorios, dentro de 14 departamentos, donde abandonarán el armamento en su poder.
A partir de este miércoles el mecanismo tripartito de supervisión, compuesto por observadores de Naciones Unidas y voceros tanto gubernamentales como de esa organización rebelde, empezarán la identificación y registro de todas las armas presentes en dichos campamentos temporales.
Simultáneamente serán instalados contenedores a fin de almacenar esas herramientas de guerra, entre ellas las empleadas por los miembros de las FARC-EP que forman parte del aparato de monitoreo y comprobación.
La destrucción de municiones, minas y explosivos es otro de los pasos de esta fase, precisaron expertos.
El pasado 24 de noviembre el presidente Juan Manuel Santos y el líder de ese movimiento, Timoleón Jiménez, firmaron el acuerdo definitivo para terminar los enfrentamientos y hostilidades.
Dicho pacto incluye medidas como el cese el fuego bilateral y el desarme en las zonas y puntos (menores que las primeras) en los cuales permanecerán los integrantes de las FARC-EP durante varios meses hasta su reincorporación en la vida civil.
No obstante las demoras en la adecuación de los alojamientos para esos insurgentes, ambas partes decidieron mantener el cronograma del segundo proceso, que deberá finalizar el 29 de mayo.
A partir de entonces las FARC-EP podrán fundar su partido político.
Bogotá, 1 de marzo 2017
Crónica Digital /PL