La misión europea Planck anunció hoy que en un mes aclarará el efecto del polvo cósmico que llevó a astrónomos estadounidenses a reportar erróneamente la captación de ecos del Big Bang.
Ambos equipos coordinan asimismo la colaboración para definir, a fines de año, la polémica provocada por la afirmación que el observatorio BICEP2 había captado ondas gravitacionales de la gran explosión a la cual se le atribuye el origen del universo.
El anuncio en marzo pasado del equipo del BICEP2 habría confirmado la teoría de la expansión del universo, pero expertos de la sonda europea Planck que orbita a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, alertaron sobre la falsedad de los datos.
El presunto registro de los ecos de la explosión supuestamente ocurrida hace 13 mil 700 millones de años fue realizado por BICEP2, un telescopio ubicado en el Polo Sur operado por instituciones científicas estadounidenses como la NASA, Caltech y Harvard.
En declaraciones recogidas por la revista especializada Materia, el director del Instituto de Física de Cantabria y co-investigador de Planck, Enrique Martínez, aseguró que BICEP2 no tiene capacidad para decir si la señal captada es cósmica, pero la misión europea si.
Además, precisó, BICEP2 solo puede ver una porción de cielo de 400 grados cuadrados y Planck abarca 40 mil grados cuadrados, y está en condiciones de decir cuánta radiación llega de nuestra galaxia y cuánta fuera de ella.
De otro lado, asegura Materia, BICEP2 tiene más sensibilidad que Planck para captar microondas en la longitud de onda de 150 gigahercios en la cual se hizo el hallazgo de ondas gravitacionales.
Presuntamente se trataría de un destello de luz dejado fuera de nuestra galaxia de unos 380 mil años después de la explosión pero que al entrar pudo mezclarse con polvo de la Vía Láctea.
Los dos equipos deberán definir ahora si una parte del hallazgo corresponde efectivamente a ondas gravitacionales y otra (o toda) al polvo galáctico.
Según Martínez, el equipo de la misión Planck está terminando su análisis para publicarlo en la revista Astronomy & Astrophysics, posiblemente de forma coincidente con los resultados del análisis conjunto a realizar con el grupo de expertos de BICEP2.
Madrid, 9 de julio 2014
Crónica Digital / PL