En medio de protestas, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, analizó hoy con el Consejo de Seguridad Nacional (Cosena) los escenarios del fallo de la Corte Internacional de Justicia por un diferendo marítimo con Perú.
Poco antes de iniciar la cita, diversos grupos se concentraron frente a La Moneda, sede del Ejecutivo, para manifestar su rechazo al Cosena, creado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En ese sentido, los excandidatos presidenciales Marco Enríquez Ominami y Tomás Hirsch cuestionaron el encuentro y la política exterior de Piñera.
Los manifestantes se concentraron en la Plaza de la Constitución con pancartas y entregaron una carta al gobierno para patentizar su oposición al encuentro.
Durante la reunión del Cosena se analizaron las consecuencias del fallo del tribunal internacional, el próximo 27 de enero.
Además de Piñera asistieron el comandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, y sus homólogos de la Armada, Enrique Larrañaga, y de la Aviación, Jorge Rojas, además del general director de Carabineros (policía militarizada), Gustavo Gonzalez Jure.
También asistieron los titulares del Senado, Jorge Pizarro, y de la Cámara de Diputados, Edmundo Eluchans, el presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz, y el Contralor General de la República, Ramiro Mendoza.
La decisión del mandatario de convocar al Consejo causó polémica desde la pasada semana al argumentar medios de prensa y diversos políticos que solo aumenta la tensión con Perú.
“Parece raro que en una etapa completamente jurídica, se convoque una instancia que compete a temas de seguridad”, comentó Mario Fernández abogado constitucionalista de la Democracia Cristiana.
El ejecutivo peruano presentó en 2008 la querella ante ese tribunal internacional al reclamar una zona disputada de 38 mil kilómetros cuadrados de mar.
Santiago afirma que los límites fueron fijados en sendos acuerdos de 1952 y 1954, pero las autoridades del vecino país aseguran que esos tratados solo son pesqueros.
Cumbre en Perú por espera de fallo de La Haya sobre litigio con Chile
El presidente peruano, Ollanta Humala, y dos exmandatarios dialogaron ayer durante más de una hora en el palacio de gobierno, sobre el inminente fallo de la Corte de La Haya que pondrá fin a un diferendo de límites marítimos con Chile.
La cita entre el jefe del Estado y sus antecesores Alan García (1985-90 y 2006-11) y Alejandro Toledo (2001-06) se desarrolló a puerta cerrada y los visitantes no hicieron declaraciones a los reporteros que aguardaban su salida expectantes.
Un pequeño grupo de seguidores de García, criticado por quienes lo acusan de querer usar políticamente el tema, se congregaron frente al palacio presidencial y saludaron con vivas el ingreso y la salida del veterano exgobernante.
Tras el retiro de García, Toledo por su parte regresó a la mansión ejecutiva e ingresó a esta junto a Humala, que había salido a la puerta a despedir a sus visitantes.
La llamada cumbre política fue la culminación de una serie de reuniones del mandatario, que antes dialogó con líderes partidarios y ejecutivos de los medios de comunicación, y de otros miembros del gobierno, con presidentes regionales y asociaciones de alcaldes.
Esas conversaciones, según trascendió, confirmaron la unidad interna a la espera del fallo y el apoyo al gobierno de este, y eventualmente analizaron posibles escenarios posteriores a este.
Al respecto, los excancilleres José García Belaúnde y Manuel Rodríguez coincidieron en la inmediata vigencia del fallo en cuanto a la definición de la frontera marítima, que Perú pidió en su demanda de hace seis años, por considerar que no existe un tratado específico, posición contraria a la de Chile, que invoca convenios que Lima solo acepta como pesqueros.
García Belaúnde, quien en 2008 era canciller de García cuando Perú presentó la demanda a La Haya, dijo que el veredicto entrará en vigencia de manera inmediata, mientras la ejecución legal dependerá de los ajustes de tipo normativo que demande la sentencia.
“Si se tiene que modificar una norma puede hacerse inmediatamente a través de una resolución suprema o ministerial, pero para una ley, hay que ir al Parlamento”, indicó.
Anotó, sin embargo, que hay que distinguir entre la vigencia y la ejecución del dictamen y esperar la decisión del tribunal en vez de hacer especulaciones sobre las formas de cumplimiento del fallo, el que hay estudiar cuando se conozca.
Rodríguez, quien como canciller del gobierno de Toledo, intentó negociar un tratado de límites marítimos con Chile sin que el país vecino aceptara y preparó la demanda, reiteró que los fallos de delimitación marítima no necesitan un período de ejecución.
“Una vez que se lee la sentencia se convierte automáticamente en ley interna de los Estados y se derogan todas las normas y disposiciones internas que se opongan”, manifestó.
Añadió que “el ejercicio de los derechos de soberanía y jurisdicción en los espacios marítimos que reconozca la Corte se ejercen inmediatamente después de la lectura de la sentencia”.
Acotó que ello no excluye que las partes hagan “arreglos prácticos para que el ejercicio de los derechos de soberanía no genere sobresaltos o situaciones que es mejor evitar”.
Santiago de Chile, 20 de enero 2014
Crónica Digital / PL