La cumbre 65 del Mercosur concluyó hoy aquí con el traspaso de la presidencia pro tempore del mandatario argentino, Javier Milei, quien centró su participación en críticas al bloque de países sudamericanos.
“Las instituciones no hay que evaluarlas por las intenciones, sino por sus resultados”, sentenció; y calificó de “prisión” al Mercado Común del Sur para la apertura de sus integrantes a otros mercados.
El arancel externo común no solo encareció la importación de bienes productivos, volviendo a nuestras industrias locales más caras y en consecuencia menos competitivas, sino que nos cerró innumerables vías comerciales, aseveró.
Dijo que el bloque “terminó convirtiéndose en una prisión que no permite que sus países miembros puedan aprovechar ni sus ventajas comparativas, ni su potencial exportador”.
Milei planteó dudas sobre la funcionalidad del grupo regional y advirtió: “si el bloque no es un motor dinámico que facilite el comercio, que impulse la inversión y mejore la calidad de vida de todos los ciudadanos de nuestra región, ¿cuál es el sentido que tiene?”.
“Nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera, tardando más de 20 años de cerrar un acuerdo con el que hoy festejamos, que aún dista de ser una realidad”, dijo en referencia al acuerdo asumido aquí con la Unión Europea para alcanzar un tratado de libre comercio.
Tras concluir la cumbre, Javier Milei se dirigió al hotel Radisson, en el centro de esta capital, donde dará una conferencia convocada por la Asociación de Dirigentes de Marketing.
Allí le esperaron decenas de manifestantes contrarios a su presencia en Uruguay y a políticas que consideran van contra derechos del pueblo argentino.
Montevideo, 6 diciembre 2024
Crónica Digital/PL