Tres recintos escolares de Chile fueron escenario de graves actos de violencia durante la semana que finaliza hoy, un fenómeno cuyo incremento genera preocupación en diversos sectores del país.
El martes en el Liceo de Gastronomía y Turismo de la comuna de Quilpué, en Valparaíso, un grupo de apoderados, como se denomina aquí a los padres o familiares que asumen la responsabilidad por los alumnos, fueron citados para tratar un problema entre los estudiantes.
Sin embargo, tras salir de la reunión los adultos se enzarzaron en una pelea a golpes dentro del mismo establecimiento.
Dos días más tarde y por las mismas razones hubo un violento enfrentamiento que involucró a padres e hijos en las afueras del Liceo XXI del municipio capitalino de Puente Alto, con saldo de siete heridos por arma blanca y dos atropellados por un automóvil.
Durante la misma jornada encapuchados lanzaron bombas incendiarias contra el centro José Toribio Medina en la comuna de Ñuñoa, obligando a suspender las actividades docentes.
Ante estos hechos, Mario Aguilar, presidente nacional del Magisterio, dijo que es urgente que el Congreso Nacional apruebe el proyecto de convivencia escolar para mejorar las normativas, pues hoy este tipo de situaciones quedan en la impunidad.
Agregó que esto forma parte de las denuncias acerca de la espiral de violencia en los colegios, hechas desde hace mucho tiempo por los profesores.
Con anterioridad, dijo Aguilar, se reportaron situaciones extremadamente graves sin hacer nada al respecto y ahora se vieron estos casos que son incalificables.
En el Organismo Legislativo el diputado Juan Santana, del Partido Socialista, llamó a reactivar los programas educativos con una inyección de recursos.
“Vamos tarde y los perjudicados son las generaciones de niños, niñas y adolescentes que necesitan apoyo y celeridad frente a estos hechos”, dijo.
En ocasión de su visita a Chile, la docente brasileña y experta en educación y violencia escolar, Roseli Rodrigues de Mello, señaló que en este problema el único modelo de prevención que funciona es el comunitario, pues un solo profesor no puede enfrentarlo.
Entrevistada por el medio Timeline de Antofagasta, señaló que tras la suspensión de la convivencia escolar por la pandemia de Covid-19 y el retorno a la presencialidad, mantener buenas relaciones entre los estudiantes se convirtió en un reto para los sistemas educativos.
Santiago de Chile, 8 de septiembre 2024
Crónica Digital/PL