La reunión de dos días bajo el título ¿Existe el síndrome de La Habana?, buscó desde la ciencia explicaciones a los alegados incidentes de salud reportados por diplomáticos estadounidenses, y luego canadienses, desde 2017.
El evento fue organizado por la Academia de Ciencias de Cuba en coordinación con el Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro), y debatió las múltiples aristas de investigación sobre el tema, utilizado por Estados Unidos para recrudecer su hostilidad contra la Isla.
Mitchell Valdés-Sosa, director del Cneuro, destacó las diferentes opiniones expuestas en el foro y el carácter crítico y respetuoso con que se mostraron las evidencias científicas ‘para llegar a las mejores conclusiones’.
La Casa Blanca utilizó el tema con propósitos políticos para acusar a Cuba de agresora sin prueba alguna, ni de los hechos, sus circunstancias y menos aún de la participación cubana, recordó la víspera el diario Juventud Rebelde.
Al mismo tiempo, el gobierno de Donald Trump impidió de manera constante que la comunidad especializada de ambos países discutiera los temas sobre bases científicas, porque no le interesa ni conviene a sus intereses políticos conocer ese punto de vista sobre lo realmente sucedido, añadió la publicación.
En el foro participaron especialistas de Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y de Cuba.
Las evidencias científicas presentadas desestimaron claramente las teorías esgrimidas por el Departamento de Estado como justificación para el retroceso en las relaciones bilaterales con Cuba.
En la cita quedó desacreditada la teoría primaria de los ‘ataques sónicos’ contra diplomáticos del país norteño en esta capital. Desde entonces la prensa internacional comenzó a llamarle ‘el síndrome de La Habana’.
La Habana, 4 de marzo 2020
Crónica Digital/PL