En las últimas décadas hemos visto avances con la derrota del sistema colonial y del apartheid, el fin de dictaduras, el auge de la democracia, la salida de la pobreza de mil millones de personas, el acceso al agua potable y la reducción de la mortalidad infantil, pero resta mucho por hacer, advirtió.
De acuerdo con Guterres, pese a estos progresos, son crecientes los desafíos en materia de derechos humanos, y ningún país es inmune a ellos.
Vemos a civiles atrapados en zonas de conflicto, tráfico humano, mujeres y niñas esclavizadas, persecución a activistas y minorías étnicas y religiosas y discriminación de migrantes e indígenas, entre otros retos, señaló en la sede de la ONU de Ginebra, donde sesionará hasta el viernes el foro con la participación de mandatarios y cancilleres de los cinco continentes.
‘Hay personas que están siendo dejadas atrás, y eso dispara los temores y las divisiones’, sentenció.
Para el secretario general de las Naciones Unidas, la situación se complica aún más por la postura de algunos líderes, que atizan las tensiones.
Para todo esto la comunidad internacional tiene una respuesta: los derechos humanos, ya que son los garantes de la estabilidad, la solidaridad y la promoción de la inclusión y del bienestar, dijo.
Guterres insistió en la necesidad de no utilizar el tema de los derechos humanos como una herramienta política con dobles raseros y agendas ocultas, en nombre de la soberanía y la seguridad nacionales.
Asimismo, instó a considerarlos indivisibles, lo cual pasa por no marginar los derechos económicos, sociales y culturales y por no asumir que estos son suficientes.
En este contexto, reiteramos el llamado a la acción a la familia de la ONU, a los Estados miembros, los parlamentarios, la comunidad de negocios, la sociedad civil y las personas de todo el mundo, apuntó.
Ginebra, 24 de febrero 2020
Crónica Digital/PL