Estados Unidos debía amanecer hoy con abundantes análisis sobre los resultados de los caucus de Iowa, pero, en lugar de eso, lo que predominan son los señalamientos sobre la mala arrancada del proceso electoral demócrata.
Por el Partido Republicano, el presidente Donald Trump obtuvo una aplastante victoria que lo confirmó como el candidato casi seguro de la fuerza roja, por lo que la atención se enfocó en lo que se preveía una cerrada contienda entre los precandidatos demócratas.
Si todo hubiera ocurrido como estaba previsto, desde anoche algunos de los 11 aspirantes de la formación azul estarían celebrando sus buenos resultados, mientras otros menos favorecidos se estarían replanteando su campaña de cara a citas electorales venideras.
Pero eso no ha podido suceder, porque los resultados de los más de mil 600 recintos habilitados para los caucus en todo el estado siguen sin darse a conocer, debido a lo que el Partido Demócrata del territorio calificó de ‘inconsistencias en los reportes’.
De acuerdo con informaciones periodísticas, los problemas estuvieron asociados a fallas de una nueva aplicación utilizada este lunes, cuyo propósito era ayudar a los organizadores a contar los resultados, distribuir delegados y enviar los recuentos finales al Partido Demócrata del territorio.
Tales dificultades obligaron a apelar a un sistema telefónico de respaldo, pero, según declararon secretarios de recintos a varios medios de prensa, también hubo muchos obstáculos con esa vía de comunicación.
Durante una breve llamada en la madrugada, funcionarios estatales del partido les dijeron a representantes de los precandidatos que estaban comprobando los resultados manualmente y que planeaban publicarlos más tarde este martes, difundió el diario The Washington Post.
En medio de esa incertidumbre, algunas campañas decidieron no esperar los resultados oficiales y divulgaron algunos de los datos reunidos por su personal, como la del exalcalde Pete Buttigieg, cuyo equipo informó que iba mejor de lo proyectado y camino al triunfo.
De acuerdo con el Post, el personal del precandidato moderado destacó su fuerte desempeño en las zonas rurales, y dijo que había alcanzado la viabilidad (más de un 15 por ciento de apoyo) en el 83 por ciento de los recintos de los que obtuvieron los números.
A su vez, el equipo del senador Bernie Sanders dijo contar con datos de un 40 por ciento de los recintos, en los cuales el legislador progresista recibió un 29 por ciento de los equivalentes de delegados estatales (SDE), seguido de Butiggieg con un 26 por ciento, su colega Elizabeth Warren (18) y el exvicepresidente Joe Biden (15).
Más allá de lo que diga finalmente el Partido Demócrata acerca de quién se llevó la mayor cantidad de SDE, considerados la medida del éxito en Iowa, lo sucedido fue calificado de desastre por algunos medios y es una muy negativa arrancada para una fuerza política que tiene ante sí el difícil reto de vencer al actual mandatario.
De acuerdo con un artículo de la página digital de la cadena de televisión CNN, el retraso amenaza con robar el eventual ganador de las asambleas parte del empuje que suele dar esta victoria inicial, y no hace lucir bien a un partido enfocado en demostrar que puede imponerse ‘a la maquinaria política temible de Trump’.
El equipo del gobernante republicano, quien no pierde oportunidad para atacar a sus rivales demócratas, de inmediato emitió un comunicado para fustigar a esa formación.
‘Los demócratas se están metiendo en un caucus desastroso de su propia creación (…). Sería natural que las personas dudaran de la justicia del proceso. ¿Y estas son las personas que quieren administrar todo nuestro sistema de salud?’, señaló Brad Parscale, gerente de campaña del presidente.
Esas demoras en Iowa llevaron a varias personas a cuestionar cuán confiables serán en realidad los resultados, entre ellas la portavoz de Biden, Kate Bedingfield, quien escribió en Twitter: ‘La integridad del proceso es crítica, y hubo fallas en los sistemas de reportes esta noche que deberían generar serias preocupaciones para los votantes’.
Asimismo, algunos usuarios de redes sociales han denunciado lo sucedido como un intento de arrebatar una victoria al progresista Sanders, y mientras tanto sigue la incertidumbre en el campo demócrata, justo en el momento en que debía comenzar a despejarse el camino.
Washington, 4 febrero 2020
Crónica Digital/PL