El Senado de Estados Unidos votará hoy una resolución sobre el probable cronograma del juicio político contra el presidente Donald Trump, quien viajó anoche a Suiza para participar en el Foro Económico Mundial de Davos.
La iniciativa, distribuida la víspera por el líder de la mayoría republicana del ente legislativo, Mitch McConnell, concede a los fiscales de la Cámara de Representantes 24 horas en dos días, desde mañana, para presentar los argumentos iniciales.
Con ese mismo tiempo, expuso la propuesta, contará el equipo legal del mandatario, y después los senadores tendrán la oportunidad de hacer preguntas y considerar las citaciones de testigos en 16 horas.
Como se esperaba y lo cual fue criticado por los demócratas, esta opción no requiere que se convoquen testigos adicionales y no permite que los fiscales admitan evidencia en el expediente del juicio del Senado hasta que se escuchen los primeros argumentos.
A criterio del líder de la minoría demócrata en la Cámara Alta, Charles Schumer, la resolución de McConnell es nada menos que una desgracia nacional.
Schumer subrayó ayer en un comunicado que obligar a los fiscales a presentar en tal tiempo (desde las 13:00 hora local del 22 de enero) los argumentos los obligará a estar en el Senado hasta bien entrada la noche y posiblemente pasada la medianoche.
“La resolución de McConnell estipula que los hechos clave se entregarán en las primeras horas de la noche simplemente porque no quiere que el pueblo de Estados Unidos los escuche”, afirmó.
Ofreceré enmiendas para abordar los muchos defectos en esta propuesta profundamente injusta y citar a los testigos y documentos que hemos solicitado, advirtió.
Si el Senado vota al final de la primera etapa contra la citación de testigos, entonces no será posible considerar mociones adicionales sobre esas personas específicas, de acuerdo con dicha resolución.
Por su parte, los demócratas quieren citar entre otros al jefe interino de Gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, y al exasesor de seguridad nacional John Bolton.
El último 18 de diciembre, la Cámara Baja, con mayoría de miembros de la fuerza azul, aprobó dos cargos en contra del jefe de Estado: abuso de poder y obstrucción del Congreso.
Debido a ese paso y otros posteriores, Trump es el tercer gobernante de la historia de Estados Unidos en enfrentar un juicio político en busca de su destitución, que para ocurrir debe tener el respaldo de 67 de los 100 senadores.
Dichos cargos y la decisión de realizar ese proceso fueron resultado de la pesquisa lanzada a finales de septiembre sobre la solicitud de Trump a su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelensky, para investigar al exvicemandatario y precandidato presidencial
demócrata Joe Biden y a su hijo Hunter.
En opinión de Trump, su reclamo se justificó con el supuesto objetivo de enfrentar la corrupción en el país europeo, pero los demócratas acumularon evidencia durante la investigación de que el mandatario pretendía beneficiarse políticamente, y además obstruyó el proceso indagatorio.
Washington, 21 enero 2020
Crónica Digital/PL