Una jornada de silencio o tregua preelectoral viven hoy los peruanos en la víspera de los comicios generales en los que cerca de 23 millones de ciudadanos mayores votarán por un nuevo presidente y 130 senadores. Los mensajes publicitarios por radio y televisión callaron desde la pasada medianoche, en aplicación de la legislación electoral que prohíbe el proselitismo en las 24 horas previas a la votación, entre otras cosas para que el elector reflexione sobre su decisión.
Además, entró en vigor la llamada ley seca, que prohíbe la venta y el consumo de licor, a tiempo que se redoblaron las medidas de seguridad a cargo de la acuartelada policía, con todo su personal y recursos en función del acto electoral de mañana.
Alrededor de 50 mil militares fueron desplegados en todo el país para dar resguardo al material electoral y a su traslado a los confines del territorio peruano y que mañana custodiarán los colegios, cuidando que nada anormal ocurra.
Las expectativas de los electores, dado el amplio favoritismo de la neoliberal Keiko Fujimori para el primer lugar, están puestas en la ardua lucha por el segundo, entre la progresista Verónika Mendoza y el neoliberal Pedro Pablo Kuczynski.
Así lo indican los sondeos de cuatro empresas realizados esta semana y cuyos resultados no pueden publicarse por la veda de encuestas impuestas por la ley electoral desde el pasado lunes.
En ese contexto, una campaña intensa de ataques y rumores sobre el supuesto peligro que representa la candidatura de Mendoza se intensificó en los últimos días con vista a desalentar el voto por ella.
El objetivo es que, en vez de una segunda vuelta femenina, inédita en la historia, haya una con dos candidatos neoliberales como protagonistas, que estaba prevista por la prensa y los políticos de esa línea, hasta el repunte de Mendoza en los sondeos, en los dos últimos meses.
Prensa Latina
Crónica Digital, 9 de Abril 2016