Ante la advertencia del Gobierno, de que el proyecto implicará un extenso debate, la académica de la Universidad de Santiago, Dra. Daisy Margarit, considera que ello supone que seguirá primando el enfoque hacia la población foránea como una amenaza para la seguridad del Estado. “Los derechos de los migrantes corren riesgo, porque lo único que se ha regularizado son condiciones mínimas para la infancia, en cuanto a la educación y la salud”, afirma. “Al no ser una prioridad en los debates, uno sospecha que tampoco estará dentro de las prioridades que establecerá este nuevo Gobierno”, advierte.
El Gobierno anticipó una larga discusión por el proyecto de migraciones que ingresó en agosto al Congreso. “Nosotros estamos haciendo una propuesta con ese proyecto de ley, pero entendemos que será de largo aliento esa discusión”, sostuvo la vocera Paula Narváez. La iniciativa se encuentra con urgencia simple en el Parlamento, lo que significa que se disponen de 30 días para su tramitación. Sin embargo, este plazo puede volver a ser renovado.
Para la experta en migración y académica del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago, Dra. Daisy Margarit, la noticia implica que se seguirán vulnerando los derechos de los migrantes, ya que el decreto de ley de 1975, con todas sus modificaciones, sigue viendo a la población extranjera como una amenaza para el Estado, considera. Ello, explica, fundamentalmente porque fue redactada en un contexto de dictadura.
“Si se dilata la discusión, los derechos de los migrantes corren un riesgo, porque lo que se ha regularizado son mínimos para la infancia migrante, en cuanto al acceso a la educación, y en la salud, donde algo se ha avanzado”, sostiene. “Es de suma urgencia poner el tema y legislar”, insiste.
A su juicio, la posibilidad de que el próximo Gobierno ponga urgencia a este tema es algo que tampoco está claro, ya que estima que el tema no fue prioritario para el Presidente electo en los debates ni abordado con precisión en su programa.
“En ninguno de los debates presidenciales, ni de primera ni de segunda vuelta, el tema de la migración fue abordado como prioridad. Y dentro de los programas de Gobierno, solo Goic y Sánchez tenían una propuesta clara y definida de política y legislación migratoria. Al no ser una prioridad en los debates, uno sospecha que tampoco estará dentro de las prioridades que establecerá este nuevo Gobierno”, afirma.
Finalmente, señala que en la anterior administración de Sebastián Piñera el enfoque en los derechos hacia los inmigrantes tampoco fue prioridad. De hecho, recuerda que una de las medidas impulsadas por La Moneda en ese periodo, y que se derogó en diciembre de 2014, fue aumentar los requisitos para que extranjeros accedieran a una vivienda.
“Seguir mirando a la migración como una amenaza para la seguridad del Estado es algo que se debe abordar en una ley donde el enfoque de derechos debe ser el que prime por sobre las mirada de la seguridad y restricciones”, concluye.
Santiago de Chile, 2 de enero 2017
Crónica Digital