En la reunión, que sesionará hasta el próximo 20 de enero en un centro turístico de la zona alpina, participarán más de dos mil 500 empresarios, líderes de corporaciones, hombres de negocios, figuras de gobiernos, ministros, representantes de organismos internacionales, entidades financieras e invitados de un centenar de países.
Según Schwab, en esta edición, que contará con más de 300 paneles temáticos, ‘instarán a los líderes mundiales a renovar los sistemas que han sostenido en el pasado la cooperación internacional, al adaptarlos a las complejidades actuales de un contexto multipolar, de manera que fomenten realmente el crecimiento incluyente y equitativo’.
‘Nuestro mundo se convierte cada vez más en interdependiente, incluso en momentos en el que algunos acontecimientos políticos apuntan al deseo de aislamiento y la retirada de la globalización’, agregó en referencia a las políticas proteccionistas anunciadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump’.
Se espera que los comentarios sobre Trump aparezcan en muchas más de las 400 conferencias que analizarán en el cónclave, incluida la de perspectivas sobre la economía latinoamericana.
Este tipo de encuentro costoso y lujoso, que reúne la flor y nata de los ricos del orbe, recibe cada año fuertes críticas de organizaciones progresistas, al no plantear soluciones a los problemas económicos y sociales que abruman al mundo, principalmente al subdesarrollado.
Sobre esto último, la organización no gubernamental Oxfam, que participa en estas citas y tradicionalmente denuncia las crecientes desigualdades, dijo que solo ocho personas poseen una riqueza equivalente a la de la mitad más pobre de la población del planeta.
Destacó que la brecha entre ricos y pobres es mucho mayor de lo que se temía, ya que el crecimiento económico beneficia a los que más tienen y el resto, la gran mayoría de ciudadanos de todo el mundo, especialmente los más pobres, están al margen.
Para la realización de este evento se ha montado un fuerte dispositivo de seguridad policial, a fin de neutralizar manifestaciones de protestas.
Davos, Suiza, 17 enero 2017
Crónica Digital / PL