Alvaro Corbalán, exmayor del Ejército durante la dictadura de Augusto Pinochet, recibió un castigo adicional con la suspensión de visitas al incautársele documentos falsos en prisión.
La noticia fue confirmada hoy por la ministra de Justicia, Javiera Blanco, quien dijo que Corbalán, que cumple cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, fue sancionado con la cancelación de las visitas.
El exmilitar fungió en 1978 como jefe operativo de la Central Nacional de Informaciones (CN), la policía represiva de la dictadura que ocupó el lugar de la no menos tenebrosa Dirección Nacional de Inteligencia de Pinochet.
Corbalán cumple condena de por vida en razón del crimen del carpintero Juan Alegría, que cometió para ocultar el degüello del dirigente sindical Tucapel Jiménez en 1982.
Asimismo, es culpable por la matanza de 12 militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (1987), y del crimen del periodista José Carrasco (1986), en represalia de los escoltas muertos en el frustrado atentado a la comitiva de Pinochet en 1986.
“Se inició un procedimiento sumario que está en curso y se estableció una sanción de suspensión de visitas. Eso tiene que ver con parte de los protocolos que permanentemente Gendarmería está realzando para reforzar la seguridad”, dijo la ministra.
Blanco admitió que incluso los papeles descubiertos a Corbalán pudieran tratarse de documentos con fines de fuga. Se sabe que en el pasado fue denunciado cuando compraba verduras en esta capital, donde también fue visto en un restaurante.
En declaraciones a la cadena Chilevisión, el abogado defensor de los derechos humanos Cristián Cruz afirmó que el Ejército realiza una fuerte presión para que los internos del penal Punta Peuco tengan una serie de privilegios.
Pese a los horrores de la junta militar pinochetista, partidos como la Unión Demócrata Independiente (UDI) no ocultan sus simpatías con el régimen dictatorial y con frecuencia se dan homenajes a sus seguidores.
Santiago de Chile, 14 de julio 2015
Crónica Digital / PL