Las Fuerzas Armadas ecuatorianas experimentan un proceso de modernización con el propósito de dar respuesta a los nuevos escenarios de riesgo en el país y en el planeta, afirmó la ministra de Defensa, María Fernanda Espinosa.
En entrevista publicada hoy por el diario El Telégrafo, la titular explicó que en el mundo contemporáneo hay nuevas amenazas asociados al crimen transnacional organizado, el narcotráfico, la minería ilegal o la explotación ilícita de los bosques.
De ahí la necesidad de un cambio que incluya estos nuevos escenarios, indicó, lo cual requiere una política de defensa como bien público y como responsabilidad de toda la sociedad.
La defensa «contempla la protección de los recursos estratégicos, el territorio, pero sobre todo la defensa de los derechos y garantías de los ciudadanos. Esto marca una nueva perspectiva y nuevos retos», estimó.
Entre los escenarios de acción Espinosa se refirió al concepto de ciberdefensa, que implica proteger los sistemas informáticos o cibernéticos, pero también salvaguardar los derechos ciudadanos a la privacidad, a que no se vulnere su acceso a la información y a un uso ético del espacio virtual.
En consecuencia, añadió, requerimos unas Fuerzas Armadas modernas, altamente profesionales, que tengan a su disposición las más avanzadas tecnologías, y sobre todo con un mejoramiento de la calidad de vida de sus miembros y las familias.
La ministra recordó que mientras en 2006 el presupuesto para el sector era de 877 millones de dólares, este año la cifra alcanza los mil 759 millones, es decir, se duplicó la inversión.
Del total, el 88 por ciento se dedica a gastos corrientes dirigidos a salarios y beneficios al personal, en tanto el 12 por ciento a lo operativo y la mejora de las guarniciones militares.
«Lo más importante para la implementación de este presupuesto son los miembros de Fuerzas Armadas, su bienestar integral, sus familias y su tranquilidad para que puedan cumplir adecuadamente su misión», explicó Espinosa.
Con respecto a los comentarios de que la modernización implicará una reducción de personal, la titular desmintió esa información y aseguró que «no saldrá ni un soldado».
Lo que sí habrá es una reducción de las cuotas de incorporación a las escuelas militares, en el marco de un ingreso de excelencia a las Fuerzas Armadas, argumentó.
Por esa razón, para 2015 se pasará de 40 mil 60 efectivos a 34 mil 500, precisó.
Quito, 11 de junio 2014
Crónica Digital / PL