Una veda electoral de dos días fue activada hoy en Nepal para permitir a los votantes considerar a quién apoyarán el martes 19 en las cruciales a la Asamblea Constituyente.
Unos 12 millones y medio de ciudadanos están habilitados para participar en los comicios, segundos de su tipo desde el término de una guerra civil de 10 años que se cobró más de 16 mil vidas y culminó en 2006 con la abolición de la monarquía.
Líderes de 122 partidos políticos y candidatos independientes se disputarán un puesto entre los 601 que reserva la Asamblea Constituyente, llamada a redactar y aprobar la nueva carta magna de esta pequeña nación del Himalaya.
Los comicios pudieran poner fin a una prolongada crisis institucional y política, agravada cuando en mayo de 2012 el entonces primer ministro Baburam Bhattarai disolvió el Parlamento por sus reiterados fracasos en redactar la nueva Constitución.
Bhattarai perdió la titularidad en el cargo seis meses después, cuando la oposición desatendió su convocatoria a las elecciones parlamentarias.
El Partido Comunista de Nepal (Maoísta) y el Frente Unido Madhesi -los últimos en el gobierno-, el Partido Comunista de Nepal (Marxista Leninista Unificado) y el Partido del Congreso de Nepal fallaron repetidas veces en armar un Ejecutivo de consenso debido a sus regateos por el poder.
Los días anteriores a las elecciones han estado marcados por la violencia y la oposición de los maoístas y una treintena de organizaciones aliadas a las elecciones, por considerar que no transcurrirán de manera limpia bajo la tutela del actual primer ministro y extitular del Tribunal Supremo Khil Raj Regmi.
A la crisis política en Nepal se suman una economía frágil -solo experimentó un crecimiento del 3,5 por ciento en el último año fiscal, el más bajo en un lustro-, los constantes y prolongados cortes de electricidad, el deterioro de la seguridad y las divisiones étnicas.
Katmandú, 17 noviembre 2013
PL