Pese al diseño de una expedición para investigar las causas de la muerte de 124 ballenas en Chile, el Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna (Codeff) criticó la marcha del proceso.
Según Codeff, existe indiferencia de científicos y autoridades chilenas ante la muerte de 124 cetáceos que fueron encontrados hace poco más de dos meses varados en la isla Clemente, en la sureña región de Aysén.
Sin embargo, a fines de julio último, se hizo el anuncio de que médicos veterinarios y biólogos marinos integrarían una expedición científica para hacer las pesquisas en torno al deceso de esos mamíferos de la especie Piloto.
De acuerdo con fuentes de la Agrupación de Médico Veterinarios, el grupo se trasladaría a Aysén, en la Isla Clemente, a unos mil 500 kilómetros de Santiago.
En un comunicado de prensa, de todas formas Codeff indicó que “hasta el momento no se conoce el motivo que ocasionó estas muertes, situación que consideramos inaceptable debido a que se trata de una especie con problemas de conservación”.
Mediante un sobrevuelo en julio por la zona se detectó el varamiento de los cetáceos, que data al parecer de dos meses.
Sus restos permanecen en el mar en la costa oeste de la Isla Clemente, sin que se conozcan las causas de este fenómeno.
José Miguel Burgos, director del estatal Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), dijo que como consecuencia de una denuncia presentada ante el organismo se hizo un sobrevuelo por la zona del archipiélago de las Guaitecas.
En el sobrevuelo efectuado por Sernapesca, la Armada y la Policía de Investigaciones (PDI) se apreciaron los cuerpos de unas 70 ballenas, sin que se pueda determinar por el momento la especie.
“En la inspección visual están todavía enteros, por lo tanto estamos bastante optimistas de poder realizar necropsias, la toma de muestras adecuada y poder enviar a nuestra red de laboratorios de centros especializados para ir abarcando cada una de las eventuales hipótesis”, comentó.
En junio de 2015 fueron halladas 337 ballenas Sei en la costa entre el Golfo de Penas y Puerto Natales, más al sur de Aysén.
La ONG Codeff comentó que el episodio repite el escenario vivido durante el 2015, cuando se produjo una mortandad de más 330 ballenas Sei, especie en peligro de extinción, en el sector del Golfo de Corcovado.
“Por esta misma indiferencia de especialistas y autoridades, pasado un tiempo considerable, no existe información científica concluyente sobre la causa de las mortandades y hechos anormales de los últimos meses”, apostilló.
La comunidad científica chilena se debe hacer presente en terreno y examinar a los individuos muertos para intentar establecer posibles anomalías fisiológicas que ayuden a aclarar la causa de muerte.
Santiago de Chile, 9 de agosto 2016
Crónica Digital / pl