La Corte Suprema dictó sentencia definitiva en la investigación por el secuestro calificado de Pedro Merino Molina, detenido desparecido desde el 14 de septiembre de 1974, desde el centro de detención clandestino conocido como “Cuatro Álamos” (en la Región Metropolitana), tras pasar por Colonia Dignidad, en la Séptima Región.
En fallo dividido (causa rol 22266-2014), la Segunda Sala del máximo tribunal –integrada por los ministros Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito, Andrea Muñoz y Carlos Cerda- rechazó los recursos de casación presentados en contra del fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago que condenó en la causa a agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
La resolución del máximo tribunal mantuvo las condenas de 5 años y un día de presidio, sin beneficios, para:Manuel Contreras Sepúlveda, Pedro Espinoza Bravo, Orlando Manzo Durán, Fernando Gómez Segovia,Manuel Rioseco Paredes y Sergio Apablaza Rozas; y la absolución respecto de Gerd Seewald Lefevre.
En el aspecto civil, ratificó la sentencia que ordena al fisco y a los condenados pagar una indemnización -por concepto daño moral- de $155.000.000 (ciento cincuenta y millones de pesos), a los familiares de la víctima. Suma que se dividen en: $50.000.000 (cincuenta millones de pesos) para Ana Cledia Molina Palacios (madre de la víctima); y $15.000.000 (quince millones de pesos) para cada uno de los siete hermanos Merino Molina: Ana María, Luis Alberto, Rosa Elena, David Segundo, Adela del Carmen, Ricardo Antonio e Ivonne.
De acuerdo a los antecedentes recopilados en la causa, se lograron acreditar los siguientes hechos:
“La víctima Pedro Juan Merino Molina, después de ser detenida por agentes del Estado, en la madrugada del día 14 de septiembre de 1974, en la vivienda que ocupaba de calle Aconcagua N° 817, población Yobilo Dos, de la ciudad de Coronel, fue trasladada al retén de carabineros Lo Rojas, lugar en que además operaba personal de Ejército, y, enseguida, conducida a la ciudad de Parral, determinadamente, al cuartel de Carabineros de Parral, y desde allí al centro clandestino de detención conocido como ‘Colonia Dignidad’ donde quedó registro escrito de los interrogatorios que
bajó tortura le fueron hechos, registrándose el último interrogatorio el 13 de octubre de 1974.
Está además acreditado que el encierro posterior a la detención de Pedro Juan Merino Molina se realiza en Colonia Dignidad debido a la colaboración directa entre los jerarcas de ese centro de colonos alemanes y agentes del Estado de Chile, determinadamente, pertenecientes a la superioridad nacional y regional de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, quienes dispusieron la detención y el encierro de la víctima en ese lugar, con quienes los primeros cooperaban en la ejecución de planes de persecución, privación de libertad y eliminación de un grupo determinado de civiles, motivados los agentes en fundamentos políticos o ideológicos; y que, en este caso, se traduce en la colaboración de los jerarcas alemanes de ‘Colonia Dignidad’, de proporcionar el lugar del encierro dispuesto como centro clandestino de detención para la víctima por los jefes nacionales y el regional de la DINA.
Por último, los agentes hicieron desaparecer a Pedro Juan Merino Molina, sin tener noticias de su paradero hasta el día de hoy, mediante un plan sistemático de desaparición que contó con el empleo por parte de los hechores con una política de desinformación a nivel nacional e internacional (…) luego de permanecer en Colonia Dignidad, Pedro Juan Merino Molina fue trasladado al recinto de detenidos incomunicados de Cuatro Álamos, en la ciudad de Santiago, donde se pierde su rastro, sin que se tenga hasta el día de hoy noticias de su paradero”.
La resolución se adoptó con el voto en contra del ministro Dolmestch –en el aspecto penal–, quien fue partidario de acoger la casación para aplicar la media prescripción. En tanto –en el aspecto civil–, la decisión se adoptó con el voto en contra de la ministra Muñoz, quien fue partidaria de acoger la prescripción de la acción civil.
Santiago de Chile, 18 de diciembre 2014
Crónica Digital / Agencias
Es un pequeño avance en la justicia ,por la detención y desaparecer de nuestro querido hermano Pedro Juan Merino Molina ,después de 40 años se logra condenar a los responsables no son altas las condenas pero no va a quedar en la impunidad,pero el dolor lo llevaremos hasta el ultimo días de nuestras vidas,nada ha sido fácil ni nada ha sido regalado los primeros años exijamos con las consignas VIVOS SE LOS LLEVARON VIVOS LOS QUEREMOS al trascurrir el tiempo ,con las ordenes de Pinochet que los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos que fueron enterrados ilegalmente por DINA deberían ser desenterrados y quemados,otros lanzados al mar,otros lanzados a los volcanes,que macabro de la dictadura cívico militar podríamos salvados miles de vida si la corte de apelación de esa época hubiera acogido los recursos de amparo que era para pro tejerle la ,las denuncias en los tribunales ,en campos de prisioneros esperando una respuesta ,golpeamos muchas puertas muchas nunca se abrieron para saber el paradero de mi hermano que estaba siendo torturado cruelmente en diferentes campos de torturas,algunos prisioneros salieron con vida ,y ha pesar del sufrimiento tuvieron la valentía de declarar en los tribunales de justicia en plena dictadura porque podían volver ser detenidos,pero la conciencia y la valentía fue mas fuerte ,por eso también agradecemos a los testigos,a los abogados del programa de DDHH que nunca desmayaron en especial la abogada Loreto Meza,también mi madre participo en las huelgas de hambre poniendo su vida por ser de mi hermano,se encadeno en frente los tribunales con 63 familiares eximiendo saber el paradero de cada uno,y la respuesta fue enviarlas a la cárcel llegar a esta instancia es bueno,pero nos falta mucho por hacer encontrar los huesitos de mi hermanito para acariciarlos y decirle que lo queremos mucho y admiramos su valentía de saber tanto que torturaron estos criminales,decirles que hemos hecho todo lo posible por salvarlo la vida,pero los que siguen manteniendo el pacto del silencio acallar sus crímenes como de lugar,Pedro un joven comunistas con ideales digno y puro por el hecho de ser dirigentes los asesinos se ensañaron ,día noches torturándolo encerrándolos en los saavones,amarrado con alambre púa y desnudo arrastrándolo para sembrar el miedo ,actuaron e igual que los nazi de la segunda guerra mundial,seguiremos luchando para que nunca mas se vuelva a violar sistemáticamente los ddhh y de ninguna persona.VERDAD.JUSTICIA,Y MEMORIA
Cualquier reparación es insuficiente, sabiendo que aún es un detenido desaparecido, conocí personalmente a Pedro,un día llegó con su maleta llena de sueños y proyectos a asumir la Dirección del Comité Regional Colchagua de las JJCC, en San Fernando el fué mi relevo ya a mí se me asigno otras responsablidades en el Puerto de San Antonio, lo recuerdo con su figura delgada, su oratoria pausada y por sobre todo el enorme compromiso de muchos jóvenes que luchabamos para lograr una una Patria Justa, encabezada por el Compañero Salvador Allende y el gobierno del pueblo La Unidad Popular, en vias del socialismo. Un abrazo y saludo fraterno a su sra. madre a sus hermanos, con algunos de ellos pude compartir en un homenaje póstumo en San Fernando, hace unos meses atrás.
Compañero PEDRO MERINO MOLINA Presente.
Luis Trejo González .