Las víctimas, de entre 17 y cinco años, fueron afectadas por balaceras entre bandas rivales, ajustes de cuentas, ataques directos y otros crímenes, señaló el Canal 24 de la Televisión Estatal.
De acuerdo con el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, la muerte de un menor de edad es un dolor de Estado y debe provocar una movilización para evitar esas tragedias y dar con los responsables.
El primer caso ocurrió el 6 de diciembre cuando Anthony, de cinco años, perdió la vida luego de que varios desconocidos dispararon contra un grupo de personas en la comuna capitalina de Padre Hurtado.
La familia del menor reveló a la policía el nombre de uno de los supuestos autores del ataque, pero este continúa prófugo.
Tres semanas después una adolescente de 13 años fue alcanzada por varios impactos cuando participaba en la grabación de un video musical en la localidad de Pedro Aguirre Cerda.
El último asesinato del 2023 ocurrió el 31 de diciembre en La Granja, donde los habitantes del lugar descubrieron el cuerpo sin vida de un menor de edad con heridas causadas por un arma de fuego.
La cuenta fatal de este año comenzó el 7 de enero y las víctimas fueron Dylan y Jordano, de 17 y 14 años, quienes sucumbieron a las heridas causadas por un delincuente.
Finalmente, la niña Agustina murió la noche del sábado reciente tras recibir un balazo en el tórax cuando acompañaba a su padre a bordo de un automóvil.
Al principio las autoridades expresaron la hipótesis de un fallido ajuste de cuentas, pero la familia de la pequeña la rechazó porque el progenitor, dijeron, es una persona trabajadora y sin ningún tipo de vínculos con delincuentes o bandas criminales.
A pesar de la preocupación por la proliferación de estos hechos, el común denominador hasta el momento es la falta de capturas de sus presuntos autores, señalaron los realizadores del reporte.
Santiago de Chile, 18 de enero 2024
Crónica Digital/PL