Mientras el cruento asesinato de cinco personas en un club de Colorado estremece a la población de Estados Unidos, un grupo defensor de las armas busca hoy bloquear una medida que persigue el control de esos dispositivos.
Ninguno de los trágicos eventos anteriores, ni el más reciente, en el que además de los muertos se reportaron 18 heridos por un tiroteo en una discoteca en la ciudad de Colorado Spring, logró disuadir a la Federación de Armas de Fuego de Oregón de presentar un recurso judicial en favor de esos artefactos.
La mentada asociación demandó a la gobernadora de Oregón, Kate Brown, y a la fiscal general del estado, Ellen Rosenblum, alegando que una medida de control de armas aprobada por los votantes de ese territorio durante las elecciones intermedias, viola la Segunda Enmienda, o sea, el derecho de todos los ciudadanos a portarlas.
La nueva ley, vigente a partir del próximo mes, exige a cualquiera que busque comprar un arma de fuego superar antes algunos requerimientos para obtener un permiso de compra emitido por la policía local, al tiempo que prohíbe la venta y adquisición de cargadores capaces de contener más de 10 rondas de municiones.
Citados por Oregon Public Broadcasting, los demandantes arguyeron que la norma, respaldada por el 50,7 por ciento de los electores,-un poco más de 960 mil personas-, viola la Constitución de Oregón y el derecho al debido proceso.
Piden entonces aplicar una pausa en la aplicación de la medida, y solicitan además al tribunal que la declare inconstitucional, o que limite la parte de ella donde se prohíbe la venta o compra de cargadores con más de 10 rondas de municiones.
Si bien algunos estiman que se trata de una de las leyes más estrictas en este ámbito, lo cierto es que solo introduce algunos requerimientos adicionales para poder acceder a un permiso de portación, y no se aplicaría retroactivamente a los habitantes de Oregón ya dueños de uno de estos artefactos.
En tanto la Federación de Armas de Fuego defiende con uñas y dientes la libre proliferación de esos dispositivos mortales. En Estados Unidos tuvieron lugar, en lo que va de año, 604 tiroteos con múltiples víctimas en cada uno ellos.
A propósito de lo ocurrido en el Club Q de Colorado Spring contra miembros de la comunidad Lgbtiq+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero, Intersexuales y Queer), el sitio Gun Violence Archive informó que este es el tercer año consecutivo, y la tercera vez en el historial, que el país supera los 600 de estos incidentes.
Acorde con el registro, 610 tiroteos con múltiples víctimas ocurrieron en 2020, y 690 durante el año pasado, cuando la pandemia de Covid-19 ya estaba disminuyendo, y el ritmo de violencia mortal aumentó en la nación.
La tragedia en el Club Q siguió a la masacre de 2016 en Pulse, Florida, un centro convertido en el escenario del tiroteo masivo más mortífero en la historia de Estados Unidos, con 49 muertos, comentó Christopher Herrmann, profesor asistente en el John Jay College of Criminal Justice en la ciudad de Nueva York.
Según añadió, estos crímenes, protagonizados en su mayoría por hombres descontentos armados con artefactos letales, son mucho más comunes ahora que hace seis años.
“Da miedo pensar que en 2016 registramos 382 tiroteos masivos y ahora enfrentamos un estimado de 680”, afirmó Herrmann, quien hace sus cálculos sobre el promedio de los 13 tiroteos masivos por semana ocurridos hasta la fecha durante este año.
Eso daría un aumento de un 78 por ciento entre 2016 y 2022, aseguró.
Si bien estas cifras constituyen un hito sombrío, como lo catalogara acertadamente la cadena de noticias NBC News, no parecen ser motivo suficiente para diseñar políticas que pongan fin a las tragedias de las que el público estadunidense escucha cada vez con más frecuencia.
Igualmente, el polémico fallo de junio pasado, cuando el Tribunal Supremo (6-3) derogó, por estimarla anticonstitucional, una ley de Nueva York que exigía a las personas demostrar una necesidad particular de cargar un arma con el fin de poder obtener una licencia para llevarla en público, alentó a los defensores de esos objetos.
Mientras, se eleva el número muertes y, lo más triste del panorama, son los más de mil 500 niños y adolescentes que, según Gun Violence Archive, perdieron la vida este año a causa de un arma de fuego.
Washington, 22 noviembre 2022
Crónica Digital/PL