Por Aloyma Ravelo, Revista Mujeres, especial para Crónica Digital
La doctora cubana Liliam Barrios Herrero de la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende expone ciertas maneras de comunicarse con la pareja que no tienen que ver solo con la verbal, sino también con la auditiva, la táctil, la visual.
No son pocos los estudios que en cualquier parte del mundo terminan concluyendo que el conocimiento sexual es algo que la mayoría de las personas no han sido capaces de sacar de su experiencia. La educación sexual de la calle suele falsear el conocimiento, y es por medio de esas ideas equivocadas que estructuran su propia sexualidad.
Muchas parejas hablan de hacer el amor pero realmente utilizan menos de diez minutos en esa actividad que debía ser algo importante en su relación, no solo por los goces eróticos sino por que si hay momento en que la pareja se funde, se extasía y se comunica es ese tiempo que le dedicamos a la intimidad, a dar y recibir amor y placeres.
A solas contigo…
Suelen corresponder, como anillo al dedo, diversas propuestas de la Dra. Barrios Herrero, especialista de I Grado en Histología, sobre las maneras de comunicarse con la pareja que no tienen que ver solo con la verbal, sino también con la auditiva, la táctil, la visual… Leamos:
COMUNICACIÓN AUDITIVA
La voz humana representa el vehículo de comunicación simbólica que llamamos lenguaje, y de comunicación no simbólica o emocional que denominamos paralenguaje. Este último, se expresa a través de variaciones del volumen, timbre, velocidad, inflexión y ritmo de la voz. Transmite el efecto o la actitud emocional ante el otro.
Salvo en los actores y algunos profesionales, el paralenguaje desnuda el estado de ánimo del que habla. Los seductores saben que el modo de decir es tanto o más importante que los contenidos del decir. Los locutores nocturnos de música romántica utilizan lo que ellos llaman voz masturbatoria, sugerente de secreto, complicidad, intimidad y picardía.
Muchas mujeres y hombres, se lamentan del silencio sexual de sus amantes, en la cama y fuera de ella. El silencio no es bueno para el sexo ni para el amor, y parece saludable que las personas desbloqueen su expresividad, reprimida por una educación castradora. Los educadores sexuales alientan a la gente a que giman, gruñan, jadeen o griten si así lo desean, y aseguran que las alcobas no tienen por qué ser silenciosas.
COMUNICACIÓN TÁCTIL
La comunicación más importante e imprescindible del sexo resulta el tacto. Los gestos de amor se ofrecen con las manos, la boca y el sexo, y se reciben en toda la piel, y en la mucosa de los orificios de la boca, el sexo y el ano. Las variantes de las señales táctiles son: soplar, apoyar sobre, apretar, enlazar, abrazar, sostener, sacudir, empujar, guiar, acariciar, frotar, pellizcar, arañar, rascar, palmear, besar, lamer, morder, y mordisquear.
COMUNICACIÓN VISUAL
Las señales de amor provienen de las expresiones de la cara, las manos y el cuerpo. El rostro es una de las áreas más flexibles y versátiles de nuestra anatomía. Algunos estiman que es capaz de expresar hasta doscientos cincuenta mil tipos de expresiones. El 75 por ciento de las señales no verbales se transmiten mediante la mirada. Cada gesto significativo se denomina kinema. Las señales del rostro se expresan mediante los movimientos de las cejas, los párpados, los ojos, la nariz, la boca, la mejilla y la barbilla.
Los gestos de cuello añaden más significados a la cara. La sonrisa es el signo más universal de interés, de aceptación y de invitación al galanteo. Observe que en los diálogos de las películas de amor, el foco de la cámara se centra en las expresiones del rostro de los personajes.
Por su parte, el lenguaje de las manos no se queda atrás y suele expresar saludo, llamado, solicitud, coquetería, erotismo, ternura y rechazo. Asimismo, las expresiones del cuerpo, los gestos corporales sirven para la seducción, el galanteo y para expresar la medida del placer. La danza representa una de las comunicaciones eróticas más impactantes y sofisticadas.
COMUNICACIÓN SEXUAL
La literatura especializada ha descrito cinco axiomas de la comunicación humana. Es imposible no comunicarse, pues aún el silencio y la inmovilidad están llenos de significado. Toda comunicación tiene dos aspectos: de contenido y racional. La naturaleza de la relación depende de la puntuación de la secuencia de frases entre los comunicantes. Las personas se comunican por procesos digitales (verbales) y analógicos (no verbales).
El mensaje digital es más abstracto, versátil, complejo e inequívoco. Por otra parte las señales analógicas (la voz, la mímica, el gesto y la postura) suelen ser menos precisas y más ambiguas (es trabajo del ser humano traducir continuamente los mensajes analógicos a palabras). Los intercambios comunicacionales, según se basan en la igualdad o la diferencia, pueden ser simétricos o complementarios.
La relación entre los iguales es simétrica: los dos miembros de la pareja suelen ser fuertes, maduros, y se aman. Pero en los sujetos diferentes, una conducta puede favorecer la otra de modo complementario, por ejemplo, en el caso que él es paternal y ella añoñada, ella sádica y él masoquista, él dominante y ella sumisa, o él proveedor y ella consumidora.
LA FACILITACIÓN
Sirve de complemento al logro de este propósito; consiste en transmitir lo que se entendió hablando del sentimiento presente en la comunicación. Facilitar es escuchar activamente con empatía, autenticidad y aceptación.
Las respuestas facilitadoras ayudan al que tiene el problema, a entenderse, a conocer sus sentimientos, sus necesidades. Promueven la autoexploración y la responsabilidad, evitan la dependencia.
Estas además contienen mensajes como: tú tienes el problema. Yo te acepto. Yo te escucho. Yo quiero comprender lo que te pasa.
Se facilita cuando ayudamos a resolver el problema no sacándole información porque esto constituye una barrera.
Las respuestas facilitadoras pueden ser diferentes, lo importante es que con nuestras palabras seamos capaces, de transmitir la realidad de la otra persona.
La clave para captar el sentimiento del mensaje, suele estar en la parte no verbal de la comunicación, es decir: en el tono de la voz, postura del cuerpo, ademanes, tipo de palabras, ritmo al hablar, movimientos del cuerpo, etc.
Una excelente facilitación conlleva tres actitudes por parte del maestro-orientador:
Comprensión empática: Poder ver el mundo del otro desde sus zapatos.
Autenticidad: Comunica lo que honestamente se siente, entiende y comprende el que escucha en una comunicación abierta y directa.
Aceptación del otro y de su realidad: Viéndolo como alguien diferente a uno. Separado y, con el derecho de ser distinto de hacer su vida.
Concluyendo sobre este aspecto, la profesora Barrios Herrero expone que las categorías de la comunicación son el diálogo, la palabra, la escucha, el silencio, las voces, y la gesticulación. El diálogo es un intercambio de palabras entre dos protagonistas. La escucha es la disposición del oyente a descifrar o acoger lo dicho. El silencio es el espacio que da cabida a la voz del otro. La gesticulación es la expresión mediante la postura o la acción.
¿Por qué este detallado examen? En el sexo y en el amor todo es comunicación. Cada amante emite y recibe señales visuales, auditivas, táctiles y olfativas. Se dice que el hombre se enamora por lo que ve, y la mujer es seducida por lo que oye (las palabras de amor).
No tenemos más recursos para llegar a comprendernos que la comunicación, y si no somos hábiles para manejarla, las cosas se nos escaparán de las manos. Discutir, criticar, atacar… es inevitable en una relación de pareja, pero si existe voluntad de mantener una relación positiva y se mantiene un elevado grado de comunicación no sólo con palabras, sino también mediante gestos y actitudes cariñosas, habremos avanzado mucho por la difícil senda de la convivencia, recomienda por último la especialista en Histología.
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