La Fiscalía chilena entregó a la defensa del polémico jurista Luis Hermosilla copia de unos 700 mil mensajes archivados en su teléfono y donde estarían sus contactos con el mundo empresarial, político y entidades públicas.
Denominado aquí como el teléfono de Pandora, el equipo forma parte de las evidencias que condujeron al penalista y su asociada Leonarda Villalobos a prisión preventiva, señalados por estafa, lavado de activos y delitos contra el fisco.
Sin embargo, se presume que en el aparato hay también cientos de miles de mensajes cruzados entre Hermosilla y una cantidad indeterminada de clientes frecuentes y ocasionales.
Muchos de estos archivos podrían ser constitutivos de delitos y existe una gran expectativa por conocer el contenido.
El abogado defensor Juan Pablo Hermosilla, hermano del encartado, exigió la entrega de los documentos para, según él, dar a conocer quiénes, además de los hermanos Sauer y Jalaff, vinculados en el caso Audios, lo llamaban para pedirle favores, consejos o intermediaciones.
Todo estalló cuando un medio de prensa divulgó una grabación donde los hoy acusados hablaban con Daniel Sauer de pagar sobornos a funcionarios del Servicio de Impuestos Internos y de la Tesorería Nacional a cambio de información privilegiada.
A partir de entonces, el Ministerio Público inició una investigación que reveló una trama de corrupción, cuyas aristas se extienden a medida que aparecen nuevos datos.
Está claro ya que el bufete de Hermosilla participó en una circulación de cifras millonarias entre la firma de servicios financieros Factop, propiedad de los Sauer, y la empresa inmobiliaria Patio, de Álvaro y Antonio Jalaf.
La operación incluyó la emisión de facturas falsas o adulteradas para dar apariencia de legalidad a las transacciones.
Sin embargo, en el curso de las indagaciones surgieron otros nombres vinculados al penalista, entre ellos Andrés Chadwick, exministro del Interior y primo del fallecido presidente Sebastián Piñera.
Otros contactos de Hermosilla son el miembro de la Corte Suprema Jean Pierre Matus y hasta la misma fiscal encargada del caso Audios, Lorena Parra.
Aparte del equipo de defensa del abogado, otros querellantes en la causa también pidieron copias de los archivos que, por su volumen, demorarán en ser analizados y eventualmente publicados.
Santiago de Chile, 5 de septiembre 2024
Crónica Digital/PL
