La riqueza mundial se triplicó durante las últimas dos décadas, con China a la cabeza luego de superar a Estados Unidos para ocupar el primer lugar a nivel mundial. Esta es una de las conclusiones principales de un nuevo informe de la rama de investigación de la consultora McKinsey & Co., dado a conocer en noviembre, en el que examina los balances nacionales de diez países que representan más de 60% de los ingresos mundiales.
La riqueza neta en todo el mundo aumentó a US$514 billones en 2020, frente a los US$156 billones de 2000. China representó casi un tercio del incremento, pues su riqueza se disparó a US$120 billones frente a los US$7 billones en 2000, un año antes de incorporarse a la Organización Mundial del Comercio.
Según lo calculado por McKinsey, 68% del patrimonio neto global se mantiene en bienes raíces. El resto se encuentra en infraestructura, maquinaria, equipo y, en menor grado, los llamados intangibles como la propiedad intelectual y las patentes.
Por otro lado, China ha pasado, según la agencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), de representar el 1% de los flujos de mercancías globales a acercarse el 15%, por lo que es el único mercado en dobles dígitos.
El World Economic Forum (WEF), entidad fundadora de la cumbre de Davos, asegura que China ha reforzado su liderazgo mundial en avances de prosperidad. Destaca que el país acaba de alunizar en la cara oculta de la luna, con su misión Chang’e–4. También lidera en el campo de la Inteligencia Artificial; ostenta la tercera parte de los unicornios empresariales (startups que son valorados en más de 1.000 millones de dólares); y encabeza la opción de los mercados emergentes por las energías renovables. Asimismo, contabiliza más de la mitad de las ventas globales de coches eléctrico. Finalmente, el WEF muestra que China ha protagonizado la tercera parte de las plantaciones vegetales del planeta desde 2000.
También ha garantizado un cambio de patrón de crecimiento que ha pasado de privilegiar las exportaciones con mano de obra barata a un modelo basado en la demanda interna luego de sacar a 850 millones de sus ciudadanos del umbral de la pobreza.
China es el principal exportador global desde 2009; el quinto emisor de servicios al exterior y su primer demandante; es el segundo inversor global y el primer destino de capital extranjero directo, y ha incrementado su gasto en innovación: desde los 9.000 millones en 2000 a los 293.000 en 2019.
Beijing, 30 de noviembre 2021.
Crónica Digital.