«Condenamos el atentado contra nuestra casa de campaña en #LaPaz. Pequeños grupos intentan generar un clima de confusión y violencia, pero no lo lograrán. Nosotros no caeremos en ninguna provocación. Nuestra revolución es pacífica y democrática», apuntó Morales en su cuenta de Twitter.
Poco antes, el portavoz del MAS, Sebastián Michel, reveló a Televisión Universitaria y Red Uno que un grupo de manifestantes había «dejado un cachorro de dinamita en la Casa de Campaña donde estaba reunido nuestro propio presidente electo Luis Arce».
Si bien no hubo que lamentar víctimas, Michel criticó a las autoridades por no haber garantizado la seguridad necesaria, así como por guardar mutismo sobre el incidente.
«No hemos visto ninguna declaración sobre el tema del ministro de Gobierno Arturo Murillo, entonces sentimos que estamos a merced de nosotros mismos, desprotegidos totalmente y nadie nos da la garantía necesaria para la seguridad de nuestra autoridad», reprochó el portavoz, citado por varios medios locales.
Grupos afiliados al Comité Cívico de Santa Cruz y activistas anti-MAS siguen protestando por un supuesto fraude electoral que derivó en la victoria de Luis Arce en los comicios de octubre pasado. El cómputo oficial dio al MAS la victoria en primera vuelta con 55,1% de los votos válidos, suficientes para ganar tanto la Presidencia como la mayoría en las dos cámaras del Parlamento.
Arce pondrá en funciones un nuevo Gobierno del Movimiento Al Socialismo un año después de que este partido y su líder Evo Morales (2006-2019) fueron echados del poder por un golpe que siguió a protestas contra un supuesto fraude en las elecciones de octubre de 2019, a la postre anuladas.
Los sectores que se encuentran detrás de esta acción antidemocrática, pertenecen a la cúpula de la Iglesia Católica boliviana, que participó activamente en el golpe de Estado contra Evo Morales. En el mundo militar, el General Orellana, Comandante en Jefe del Ejército, no es precisamente una garantía de confiabilidad, ya ingresó una vez al Congreso en tenida de combate, dando plazo perentorio a ese estamento, para aprobar los ascensos que el gobierno dictatorial de Añez, había enviado. Tampoco se debe olvidar a los grupos paramilitares como Resistencia Cochala, que sembraron violencia el año pasado en la ciudad de Cochabamba y que llegan a plantear la tesis del “embrujo” de los votantes.
Santiago de Chile, 6 de noviembre 2020
Crónica Digital/ Sputnik