El Séptimo Juzgado de Garantía accedió a la solicitud del Ministerio Público y decretó la prisión preventiva para el teniente coronel de Fuerzas Especiales de Carabineros, Claudio Crespo Guzmán, dado de baja en julio pasado y detenido por la PDI en la madrugada del viernes como presunto autor material de los disparos que dejaron ciego a Gustavo Gatica durante la revuelta social que se inició el 18 de octubre de 2019.
El ex uniformado fue arrestado en su domicilio de la comuna de Ñuñoa por la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones, por orden de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, y fue formalizado luego por los delitos de apremios ilegítimos con resultado de lesiones graves gravísimas.
Gustavo Gatica, de 21 años y estudiante de Psicología, fue gravemente herido alrededor de las 18:00 horas del 8 de noviembre en los alrededores de la Plaza de la Dignidad, y tras 17 días hospitalizado se confirmó que los perdigones recibidos en sus ojos lo dejaron ciego. El hecho causó impacto en la opinión pública y se transformó en todo un símbolo de la represión desencadenada por el gobierno de derecha contra la protesta ciudadana.
En la extensa audiencia telemática de imputación de cargos, la jueza Marcia Figueroa consideró que la libertad de Crespo constituye un peligro para la seguridad de la sociedad y también existe peligro de fuga, además de la gravedad de la pena que arriesga: presidio mayor en su grado mínimo.
Así, ordenó la reclusión del ex uniformado en el anexo de la Subcomisaría Pudahuel Norte, recinto penitenciario especial para ex funcionarios de Carabineros, y determinó un plazo de investigación de 90 días.
Según informó la Radio Cooperativa, en la formalización la Fiscalía presentó evidencias balísticas y registros audiovisuales que acreditaban la presencia de Crespo. De esta forma, el fiscal Francisco Ledezma detalló: “En la intersección de calles Vicuña Mackenna y Carabineros de Chile, en la comuna de Santiago, se encontraban apostados un número indeterminado de manifestantes, quienes proferían consignas en contra de Carabineros, y lanzaban elementos contundentes a los vehículos tácticos y los funcionarios presentes en el lugar”.
En esas circunstancias, “el imputado se parapetó y abusando de su cargo, con la intención de castigar, disparó la escopeta antidisturbios directamente al tercio superior del cuerpo de los manifestantes”, añadiendo que “en el momento en que se despliega el disparo aludido, no existía riesgo alguno para la integridad (física) de Carabineros”.
A raíz de estos disparos, “Gustavo Gatica Villarroel resultó herido, mismas lesiones que determinaron la pérdida total de la visión en ambos ojos de la víctima”.
En ese sentido, la magistrada consideró que existió en Crespo “ánimo de causar una lesión grave e infligir dolor a una persona, y se tradujo en una lesión grave gravísima”, y que “no cabe duda de que es él quien dispara el arma antidisturbios que ocasiona las lesiones, con los antecedentes vertidos en la audiencia”.
El ex teniente coronel, llamado “G–3”, ya había sido desvinculado de Carabineros a finales de julio, luego que un sumario interno estableciera responsabilidades en irregularidades en la descarga de imágenes de la Go Pro que portaba el día que Gatica fue herido.
Santiago, 22 de agosto 2020.
Crónica Digital.