Gobierno golpista de Bolivia intenta paliar la economía
En tal sentido, el fiscal Departamental de La Paz, Marco Antonio Cossio, informó la admisión de la denuncia contra la presidenta del Senado, Eva Copa, y el presidente de Diputados, Sergio Choque, quienes se negaron a avalar el ascenso de militares hasta tanto no haya un gobierno elegido en las urnas.
Copa y Choque son acusados de incumplimiento de deberes por las autoridades del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas.
Lo cierto es que la Asamblea está integrada en su mayoría por miembros del Movimiento Al Socialismo (MAS) y el gobierno de facto ve en ella una barrera para sus intenciones de seguir en el poder luego de la asonada de noviembre pasado, según diversas denuncias.
Al estilo de las dictaduras del siglo XX en Latinoamérica, militares con uniformes de campaña irrumpieron el 21 de mayo en el Senado de Bolivia para exigir aprobar una resolución para ascender a los uniformados, a lo cual se negaron ambos congresistas.
Ante la actitud de fuerza, el Órgano Legislativo respondió que no se someterá a la presión de la institución castrense ni del Gobierno.
El expresidente de Bolivia Evo Morales denunció hace pocos días que se planifica un nuevo golpe de Estado contra la Asamblea Legislativa y organizaciones sociales y sindicales, que los golpistas no pudieron liquidar en noviembre.
El 10 de noviembre último, Morales renunció a su cargo presionado por altos mandos militares y policiales en complicidad con sectores reaccionarios y con el demostrado apoyo de la Organización de Estados Americanos.
La Paz, 23 de junio 2020
Crónica Digital/PL