El grupo se refiere a los planteamientos de investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Tulane, Rodríguez, Idrobo y Kronick, respectivamente, referenciado por el rotativo New York Times, que destaca que la OEA no ofreció evidencias de fraude en las elecciones.
Los investigadores demuestran que no hubo variaciones en los patrones de votación, dentro de los recintos electorales después de la interrupción por conteo preliminar. Incluso, las trayectorias en las tendencias de votación no varían con respecto a patrones de elecciones anteriores, subraya.
El nuevo estudio demuestra que la evidencia estadística proporcionada por la OEA carece de fundamento, por lo que las acusaciones de fraude electoral no tienen sustento, señaló la alianza, fundada en julio de 2019 en la ciudad mexicana de Puebla.
Asimismo los miembros del Grupo hicieron un llamado a la comunidad internacional, ‘a partir de las dramáticas consecuencias que tuvo la observación electoral de la OEA, considerándolas como un elemento que derivó en la radicalización de la oposición política boliviana, teniendo como consecuencia un golpe de estado contra Evo Morales’.
‘Las acciones cometidas por la OEA en el caso boliviano son absolutamente repudiables, puesto que, si se comprueba la discrecionalidad de estas, permitiría a la comunidad internacional presumir que el organismo multilateral fue cómplice del derrocamiento de un gobierno democrático’, manifestó el Grupo de Puebla.
En su llamado, el foro solicita la presencia de una comisión independiente a la Secretaria General de la OEA, que se encargue de reestablecer la legitimidad democrática en Bolivia y pide al gobierno de facto liderado por Jeanine Áñez Chávez entregar inmediatamente el poder del Estado, a causa del retraso sistemático e inexplicable de las elecciones en dicho país, concluye.
Desde Argentina, donde se encuentra en condición de asilado político, Morales apuntó a través de sus redes sociales en días recientes que las nuevas investigaciones de las universidades y el pronunciamiento de 133 economistas y estadísticos demuestran que en Bolivia no hubo fraude y sí golpe de Estado.
Buenos Aires, 10 junio 2020
Crónica Digital/PL