Ninguna de las víctimas tenía un historial de viajes, lo que significa que con toda probabilidad estaban contagiadas en la comunidad, por lo cual el virus ya se estaba propagando. Un suceso que ocurrió semanas antes de la primera muerte registrada oficialmente en Seattle, reportó el diario The New York Times.
De acuerdo con el médico forense de ese condado, un tercer individuo que expiró el 6 de marzo también dio positivo a la Covid-19.
El comunicado del condado de Santa Clara argumentó que los criterios de prueba establecidos en aquel momento por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ‘restringían las pruebas a solo individuos con un historial de viajes conocido y que buscaban atención médica para síntomas específicos’.
Sin embargo, el hecho de que se produjeran decesos asociados a la Covid-19 a principios de febrero es muy significativo porque corrobora que el virus estuvo presente durante mucho más tiempo del que se pensó en un principio, afirmó Jeff Smith, médico del condado, en declaraciones al periódico The Washington Post.
Inicialmente, se tenía como referencia de la primera muerte en Estados Unidos por coronavirus a una registrada el 29 de febrero en Kirkland, un suburbio de Seattle, en el estado de Washington.
Lo cierto es ?indica el Times- que la primera muerte en California, el 6 de febrero, fue hace solo 73 días y en poco más de dos meses, la economía estadounidense se paralizaría, casi todo el país y gran parte del mundo se verían obligados a refugiarse en casa y la vida se transformaría en todo el planeta.
En ese tiempo, más de 40 mil estadounidenses perdieron la vida, parte de una cifra global que supera los 172 mil, un número que probablemente subestima en buena medida la verdadera cuenta, subrayó el reporte.
Con la misma rapidez con la que el virus se extendió a nivel global, hay pruebas de que el camino para salir de la crisis será un largo y duro trabajo, precisó el rotativo neoyorquino.
La lista de eventos cancelados se extiende hasta el otoño y los funcionarios de salud pública advierten que, en ausencia de una vacuna o de una terapia fiable, el riesgo de una ‘segunda ola’ de infecciones más adelante constituye una grave amenaza.
Existe la posibilidad de que el rebrote del virus en Estados Unidos el próximo invierno sea aún más difícil que el que atravesamos, advirtió al The Washington Post el doctor Robert Redfield, director de los CDC.
Washington, 22 abril 2020
Crónica Digital/PL