Tales restricciones de ninguna forma influirán en la posición de Rusia, declaró el viceministro de Asuntos Exteriores Serguei Riabkov, en coincidencia con el anuncio en Washington de más castigos contra Moscú vinculados a su ayuda a Venezuela.
La semana pasada, el secretario norteamericano de Estado, Michael Pampeo, culpó a la compañía petrolera rusa Rosneft y su dirección de comerciar y comprar petróleo venezolano, en violación de las sanciones unilaterales impuestas por Washington.
Moscú dio a entender en su momento que Washington viola la Carta de la ONU al imponer castigos de forma unilateral contra el país suramericano, en una clara injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano.
La televisión rusa se remitió esta jornada a informaciones provenientes desde Washington sobre un proyecto de resolución para imponer nuevas restricciones a Rusia y otros extranjeros que respalden el legítimo Gobierno de Nicolás Maduro.
El texto señala que la ampliación de la presencia de Rusia en el hemisferio occidental causa preocupación en Estados Unidos y sus aliados, en clara aplicación de la Doctrina Monroe, surgida en el siglo XIX.
La referida doctrina considera a América Latina como zona de influencia exclusiva norteamericana, es decir, como el patio trasero del país norteño, algo que criticó la semana pasada la vocera de la cancillería rusa, María Zajarova.
El proyecto de ley presentado en el Congreso prevé la prohibición para entregar visas a foráneos que actúen en interés del Gobierno ruso para respaldar las fuerzas de seguridad venezolanas.
Los congresistas norteamericanos recordaron el viaje de dos superbombarderos supersónicos rusos TU-160 a Venezuela, en diciembre del pasado año, y el apoyo financiero ruso al Gobierno venezolano con la entrega de créditos a la petrolera estatal Pdvsa.
Moscú, 18 de marzo 2019
Crónica Digital /PL