Las tensiones suben de nivel y alcanzan a inicios de esta semana, una inimaginable escalada en el centro de Siria, sobre todo en los límites de las provincias de Idleb, Hama, Alepo y Latakia.
Los límites administrativos de esas provincias mencionadas, a unos 400 kilómetros al norte de Damasco, son escenario de continuos choques en los que se emplean todo tipo de armas, incluídas la artillería y la aviación.
Bajo el pretendido mando ‘unificado’ de la Junta para la Liberación del Levante, otrora Al Nusra y a partir de puntos de abastecimiento desde Idleb- la única capital provincial que aún controlan- los terroristas se niegan a cualquier tipo de negociación.
Los últimos reportes confirman por otro lado, que la represión interna para lograr ese objetivo incluye la detención de más de 500 personas y la muerte de cerca de 300 integrantes de esos grupos por diferencias tácticas y estratégicas en las últimas semanas.
A ese panorama se unen las agresivas amenazas desde Washington y el despliegue de unidades navales y aéreas para un ataque contra Siria en al menos las próximas 72 horas, y todo en medio de intensas negociaciones diplomáticas que intentan poner freno o definir las débiles ‘líneas rojas’ que los contendientes no deben sobrepasar.
Estados Unidos, con tropas instaladas ilegalmente en 12 puntos geográficos en el norte de Alepo y Hasaka, muy cerca de la frontera turca y en áreas de Al Tanf, al sur fronterizo con Jordania, ha enviado funcionarios ‘especializados’ para ‘apreciar’ la situación.
El conjunto de acciones estadounidenses, apoyadas desde Londres y París, en lo esencial, escamotea, tergiversa y manipula lo que sucede en Siria y es una clara demostración para intentar ‘salvar’ a los grupos terroristas, en continuo retroceso ante las ofensivas de las fuezsas armadas sirias y sus aliados.
Los enfrentamientos, con empleo de blindados, artillería, aviación y unidades de infantería, cobran intensidad en las áreas de Al Zakat, Latamineh y Yanabrah, donde fueron aniquilados dos convoyes de terroristas de los grupos ‘Guardianes de la Religión’ y el ‘Partido Islámico del Turkestán’, en el campo sudeste de la provincia de Idleb, afiliados al Frente Al Nusra.
Incluso, los extremistas secuestraron a tres familias que intentaban salir de Idleb a las zonas bajo control del gobierno por el paso de Abu Duhur, del cual junto al de Suquelbieh, al norte de Hama, lograron escapar centenares de pobladores en los últimos dos días.
Tanto desde Damasco, Moscú o Teherán las denuncias sobre el papel de Estados Unidos y buena parte de los centros de poder occidentales en Siria son claras y realistas y abogan, sensatamente, por negociaciones efectivas.
A pesar del complejo y dramático panorama actual, la posibilidad de abrir una puerta para la paz es posible porque si se agudizan las tensiones el espanto de acceso a lo inimaginable es absolutamente real.
Damasco, 27 agosto 2018
Crónica Digital /PL