Las cámaras en todo momento siguieron a ambos estadistas nadas más acercarse uno al otro, en busca de la anunciada reunión que se volvió intermitente, aunque, como afirmó Putin, suficiente y concreta para tratar temas cruciales.
A veces sin intermediarios, con el idioma de Shakespeare mediante, u otras con traducción, ambos líderes lograron, incluso, un acuerdo para emitir una declaración conjunta sobre Siria.
En un tope con la prensa al finalizar la cita cimera en Da Nang, Putin opinó que la declaración adquiere importancia ahora que las tropas sirias, con apoyo de la aviación rusa, eliminaron casi por completo al terrorista Estado Islámico (EI).
De hecho, el documento reconoce la necesidad de cumplir con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria y de respetar la soberanía, independencia, unidad, integridad territorial y el carácter laico del país levantino.
Además, como afirmó Putin, llama a crear condiciones para preparar un tránsito político, con elecciones transparentes y abiertas, con participación de todas las fuerzas, incluidas las que están fuera de Siria.
WASHINGTON SUELE INCUMPLIR
Estados Unidos es conocido por incumplir arreglos pactados con Rusia en el tema sirio, pero analistas consideran que, al menos públicamente, Washington asume los referidos compromisos.
Una declaración del mando militar ruso denunció como las tropas norteamericanas colaboran en Siria con grupos armados, incluido el EI, para permitir, desde territorios bajo su control, ataques contra las fuerzas gubernamentales.
Además, crecen las evidencias de que la Casa Blanca, tras bombardear sin piedad a la ciudad de Raqqa, con el anunciado propósito de destruir al EI, ahora repentinamente asigna millones de dólares para su reconstrucción.
En Moscú sospechan que, después de negarse a brindar ayuda humanitaria a la población de Raqqa, Estados Unidos esboza planes para convertir esa ciudad en una nueva capital siria, fuera del control de Damasco.
Pero más allá de alguna especulación de los analistas, el documento conjunto logró arrancar a Trump algunas declaraciones a regañadientes como la posibilidad de reforzar el combate al terrorismo en Siria, de conjunto con Rusia.
De hecho, el presidente norteamericano quedó impresionado con sus encuentros casuales con Putin en la cumbre de la APEC, al señalar que el acercamiento y buenas relaciones con Moscú benefician, tanto a su país como al resto del mundo.
En la agenda improvisada de ambos dirigentes también estuvo presente la crisis en Ucrania, el diferendo en la península coreana y otros temas internacionales.
Pero la ausencia de una reunión formal con Trump, consideró no obstante Putin, demuestra que los nexos entre Rusia y Estados Unidos aún no han salido de la crisis.
Los temas como Siria, la situación coreana y el diferendo en el sureste ucraniano, pueden traer para Moscú y Washington nuevos hitos de confrontación, a tenor con el aumento de los intereses geoestratégicos de dos potencias nucleares. (Tomado de Semanario Orbe)
Por Antonio Rondón García Corresponsal jefe/Moscú
Moscú, 19 noviembre 2017
Crónica Digital /PL