Hasta el sector de Falda Verde, en la comuna de Chañaral, llegó este sábado la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma, para hacer entrega de 136 hectáreas de terrenos fiscales en concesión gratuita a la Asociación Atrapanieblas, la cual a través de un ingenioso proceso logra extraer agua de la camanchaca para desarrollar cultivos de hortalizas en el desierto más árido del mundo.
Con sistema de mallas dislocadas en pleno desierto costero a unos 600 metros sobre el nivel del mar, denominadas atrapanieblas, se logra escurrir el agua de la camanchaca, la cual es conducida por canales y cañerías desde la cima del cerro hasta los estanques de acopio, que permiten llevar el preciado recurso hídrico a los cultivos, ubicados a unos 100 metros sobre el nivel del mar.
“Esto es un premio al esfuerzo, al ingenio, a la perseverancia, y en el buen sentido de la palabra, al espíritu quijotesco que han mantenido durante años, para llevar adelante este original proyecto, y hacer frente a la adversidad de la naturaleza en esta zona desértica de nuestro país”, señaló la ministra.
La secretaria de Estado destacó que la entrega de esta concesión no es un hecho aislado, sino que se inscribe en la nueva mirada que ha tenido la administración de la propiedad fiscal en el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, orientada a beneficiar a las comunidades y al desarrollo del país, con énfasis en contribuir a elevar la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas en todo Chile.
“Yo había recibido información de lo que ustedes hacían, conocía los proyectos que habían desarrollado y el esfuerzo que habían hecho para llevarlos adelante, pero tengo que reconocer que, luego de ver en persona lo que han hecho, admiro doblemente la labor realizada, que es muy meritoria”, comentó la ministra en la significativa ceremonia, a la que también asistieron el gobernador de la provincia de Chañaral, Yerko Guerra; la seremi de Bienes Nacionales en la región de Atacama, Marcela Cepeda; el alcalde de Chañaral, Raúl Salas, directivos e integrantes de la Asociación de Atrapaniebla, académicos de la Universidad de Atacama y representantes de empresas que apoyan el proyecto.
Por su parte, Hugo Streeter, presidente de los Atrapanieblas, señaló que “los cerros de Falda Verde son un corredor aéreo de nubes y camanchaca, los que tenemos que ordeñar para lograr un desarrollo humano sustentable. A través de esos recursos naturales, agua, sol y viento, crearemos procesos productivos de corto y mediano plazo con trabajo permanente”.
El directivo se mostró muy emocionado al recibir de manos de la ministra Palma el decreto de concesión, y aseguró que “ahora podremos postular a nuevos proyectos, para finalmente convertirnos en productores de agua potable, tan necesaria en nuestra zona”.
En tanto, el alcalde Raúl Salas consideró que gracias a esta concesión y al esfuerzo de los Atrapanieblas, Falda Verde puede convertirse en un polo de desarrollo para Chañaral y para la región, con el desarrollo de un proyecto que es sin dudas innovador en el país.
“Me llena de honor el compromiso, el trabajo y la perseverancia del equipo de Hugo para querer sacar adelante este proyecto, por lo que valoro enormemente el aporte de esta agrupación, que contribuye a la diversificación económica, y aseguro que el Municipio los continuará apoyando”, indicó el edil.
La comunidad, asesorada por el doctor Horacio Larraín, antropólogo y ecólogo cultural, junto a la Universidad Arturo Prat de Iquique, el municipio, Servicio País y la Embajada de Australia comenzaron las mediciones y elaboraron un informe de viabilidad para el desarrollo de esta técnica.
Tras incansables gestiones, sus dirigentes, agrupados en la Asociación de Atrapanieblas, consiguen financiamiento público y privado para comenzar con la instalación de estos dispositivos, estanques de almacenamiento de agua, accesos, cañerías e invernaderos para comenzar con las pruebas de cultivo de hortalizas (tomates, zapallos italianos, papas, choclos, tunas, olivos, aloe vera, entre otros)
Actualmente, la Asociación, con el apoyo técnico de la Universidad de Atacama, junto al financiamiento de Mantos Cooper, mediante sus programas de Responsabilidad Social Empresarial, trabajan en conjunto para el desarrollo del primer centro de acuícola con especies de agua dulce, en medio del desierto más árido del mundo, un proyecto financiado con aportes del Fondo de Innovación para la Competitividad, de asignación del Gobierno Regional de Atacama. Este verdadero “milagro” de la tecnología se encuentra en sus últimas etapas de implementación, la que consiste en el traslado de los peces desde la Piscicultura de Río Blanco (V Región) hacia las instalaciones de la nueva planta en Chañaral.
El proyecto ya cuenta con el reconocimiento de la academia a nivel internacional y otras empresas han demostrado su interés en apoyar con financiamiento y capacitación técnica a los miembros de la asociación.
Santiago de Chile, 9 de noviembre 2017
Crónica Digital