Con esta información, los paleobiólogos pueden comprender mejor por qué algunas especies murieron durante el cataclismo, especialmente en los océanos, mientras que otros sobrevivieron.
Los científicos estiman que más de tres cuartas partes de todas las especies en la Tierra, incluyendo todos los dinosaurios no aviares, desaparecieron en el límite de los periodos Cretácico-Paleógeno.
La evidencia muestra que la extinción ocurrió al mismo tiempo en que un gran asteroide golpeó la Tierra en lo que ahora es la Península de Yucatán; la colisión habría provocado terremotos, tsunamis e incluso erupciones volcánicas.
Washington, 22 agosto 2017
Crónica Digital /PL