El 19 Congreso del Partido Comunista (PCCh) terminó y desde ahora China camina con una estrategia bien definida hacia una era de revitalización socioeconómica y política, pero consciente de los retos pendientes antes de materializar esas metas.
La idea de promover el socialismo con características propias ya es parte de los estatutos de la organización y traza con claridad la ruta a seguir para establecer una sociedad modestamente acomodada y convertir al país en un estado moderno: los sueños del Gobierno para mediados de siglo.
Ese pensamiento lo planteó el líder del PCCh y presidente de la nación, Xi Jinping, al abrir la cita quinquenal el 18 de octubre y fue la base de las deliberaciones desarrolladas en el capitalino Gran Palacio del Pueblo por los más de dos mil 300 delegados.
Se trata de un nuevo enfoque que orienta persistir en el marxismo, solidificar el comunismo, así como cultivar y practicar los valores socialistas esenciales, pero a la vez guiar al país hacia sus sueños de evolución social, política y económica.
Para lograr esos propósitos se establece que todos los ciudadanos chinos deben disfrutar por igual del desarrollo y la prosperidad, además de hacer énfasis en modernizar la forma de gobernanza, actualizar las leyes y transformar al Ejército Popular de Liberación en unas fuerzas armadas de primer orden mundial.
En el plano diplomático, propone incentivar una nueva forma de relaciones internacionales que contribuya a garantizar un futuro mejor para la humanidad.
Sin embargo, el nuevo pensamiento reconoce los desafíos existentes en China y que podrían entorpecer las proyecciones en aspectos como el bienestar social, la gobernación honrada, y el desarrollo sostenible y amigable con el ambiente.
Xi reafirmó esas preocupaciones al intervenir en la clausura del Congreso.
“Viviendo en una era tan grande, todos (…) sentimos la carga pesada de responsabilidad sobre nuestros hombros”, comentó el máximo dirigente chino.
Es por ello que el Partido reiteró la tolerancia cero contra la corrupción y se comprometió a llevar adelante su campaña disciplinaria de forma integral y rigurosa a fin de construir un estilo de gobernación transparente.
Por otro lado señaló que “la contradicción principal de la sociedad radica en la creciente demanda del pueblo de una vida mejor y el desarrollo desequilibrado e insuficiente”, por cual se planea erradicar la pobreza, el desempleo y las actitudes discriminatorias, así como proteger los derechos laborales.
La cuestión medioambiental no queda atrás, pues si bien se constataron resultados en los últimos años, aun inquieta el deterioro de la calidad del aire, agua y suelo, y por ello se prevén medidas más drásticas contra los elementos contaminantes.
En materia económica, la apuesta es ahora por más calidad en la mercancía y servicios domésticos, elevar el nivel de apertura, atraer la inversión extranjera y cimentar cada vez más el crecimiento en la innovación.
El proyecto de la Franja y la Ruta también quedó incorporado a la Constitución partidista y será la vía para activar la cooperación internacional sobre la base del respeto mutuo, la equidad y la justicia.
Dicha iniciativa se basa en antiguos trayectos comerciales y busca interconectar a varios continentes en una gran red económica y de infraestructura.
Aparte de delinear las pautas para el próximo lustro, la sesión final del Congreso comunista eligió a los 204 miembros plenos y suplentes del 19 Comité Central y los 133 de la 19 Comisión Central de Control Disciplinario.
Xi y el primer ministro Li Keqiang están incluidos en la nómina del primer órgano, que le corresponde designar a los integrantes del Buró Político del Partido, los líderes de su Comité Permanente y al Secretario General de la organización comunista, durante su primera sesión plenaria.
Todo apunta a que el mandatario continuará al frente del PCCh y los destinos del país.
Pero aun sin la ratificación oficial, Xi convocó a la militancia comunista a estudiar, observar, aplicar y defender los estatutos de la agrupación, así como seguir de cerca al Comité Central en el pensamiento, la orientación política y las acciones.
“En nuestro Partido, todos y cada uno de nosotros siempre debemos respirar el mismo aliento que el pueblo, compartir el mismo futuro y estar realmente conectados con ellos”, puntualizó en el cierre de la cita.
También insistió en que las aspiraciones del pueblo para vivir una vida mejor siempre deben ser el centro de los esfuerzos del PCCh.
En esa dirección, urgió a “seguir luchando con energía infinita hacia el gran objetivo de la revitalización nacional”.
Por Yolaidy Martínez*Corresponsal jefe de Prensa Latina en China
Beijing, 25 de octubre 2017
Crónica Digital /PL