Ella explicó a la Alta Corte de Justicia de Pretoria que algunas de las heridas en el cuerpo de Timol fueron infrigidas al menos 12 horas antes y otras hasta cuatro o cinco días, el tiempo que estuvo arrestado en la estación de policía de la otrora Plaza Vorster de Johannesburgo.
La doctora aseguró que el detenido fue atacado físicamente durante su detención y que mostraba una herida en la cabeza causada por un objeto contundente.
Los testimonios de la doctora Holland y con anterioridad del exministro de la Presidencia Essop Pahad acerca de que Timol nunca se hubiese suicidado por ir en contra de sus creencias como musulmán van confirmando la sospecha de sus familiares y amigos de que el joven fue lanzado desde el décimo piso de la estación de policía.
En junio, durante la primera sesión de esta investigación reabierta a petición de la familia Timol luego de hallar nuevas evidencias, su compañero Salim Essop, quien fue detenido junto al joven maestro en 1971, narró las torturas a que fue sometido tan pronto fue apresado, pero fundamentalmente al ser trasladado a la estación de la Plaza Vorster.
Durante su testimonio Essop afirmó que días después del arresto vio a un prisionero encapuchado en la estación que caminaba con dificultad y que identificó como Timol.
Varios de los testigos que han declarado ante el tribunal coincidieron en que Timol fue asesinado, mientras otros recordaron que el activista antiapartheid fue el prisionero número 22 en morir cuando estaba detenido por la policía del régimen racista.
Uno de esos oficiales dijo esta semana a la Corte que el gobierno del apartheid daba a la policía mano abierta para violar la ley ‘a como fuera’ para evitar el avance del movimiento de liberación liderado por el Congreso Nacional Africano (ANC), el Partido Comunista y otras organizaciones de este país.
El testigo Paul Erasmus, quien trabajó durante 17 años con la policía del régimen de segregación racial, admitió que contribuyó con ‘trucos sucios’ como divulgar falsedades y participó con la seguridad para preparar cómo debían presentarse los casos de esos luchadores antiapartheid ante las cortes.
El caso de Timol fue dictaminado en 1972 como suicidio, lo cual impidió realizar la correspondiente investigación para aclarar los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Su hermano Mohammed dijo a la prensa que aquel proceso fue una farsa.
Pretoria, 27 julio 2017
Crónica Digital/PL