Durante el día, es una de las más bellas postales del umbral de la Antártida, pero en la noche el refugio para las heladas en Puerto Williams puede ser la comunicación con el mundo, la cual no es tan fácil.
Mirada en un mapa, estamos en la ciudad más austral del mundo, al borde del majestuoso Canal Beagle, muy cerca de Ushuaia, Argentina, y de Tierra del Fuego. La conectividad es lenta, en ocasiones desesperante.
Lo bueno es que hay respuestas y en un horizonte no muy lejano. ¿Qué hubiese logrado con Internet Charles Darwin en su navegación por el Estrecho de Magallanes a bordo del buque HMS Beagle en 1831?
Obviamente es una pregunta al vuelo, pero también ese tipo de juego de palabras provocativas que lanza con frecuencia el doctor Ricardo Rozzi, director científico del Programa de la Reserva de la Biosfera de Cabo de Hornos, en Magallanes y la Antártida chilena.
Chile dará un paso gigantesco en el desarrollo de las telecomunicaciones con el cable de fibra en la Patagonia de tres mil 953 kilómetros de longitud, base hacia el proyecto colosal Transpacífico Asia-Latinoamérica.
Rodrigo Ramírez, subsecretario de Telecomunicaciones, dijo a Prensa Latina que la Fibra Òptica Austral debe completar la licitación este año e instalarse en el curso de 26 meses, para lo cual el estado aporta 100 millones de dólares.
Es un programa muy relevante para el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, del cual se venía hablando hace 10 años y ahora lo ponemos en marcha, con aportes que no se afectarán con el cambio de administración en 2018, apuntó.
Ramírez abundó sobre la iniciativa al resaltar que dará una completa integración digital del norte al sur chileno, ‘con un proyecto atractivo para la industria y que cumple con la expectativa de las necesidades nacionales’.
Marcelo Flores, gerente de Fomento y Desarrollo del ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, detalló que el plan de la Fibra Optica Austral abarcará desde Puerto Montt hasta Puerto Williams con una capacidad de seis terabytes.
Contará con 60 canales ópticos, un troncal submarino y tres troncales terrestres en las regiones de Aysén, Los Lagos y Magallanes y la Antártica chilena, con la esperanza de comenzar las obras en enero de 2018.
Ya tiene como primer cliente a la empresa Entel, uno de los gigantes de las telecomunicaciones en Chile, que posee igualmente subsidiarias en Perú.
Compañías de Corea del Sur, Japón, China, Francia, Alemania y Estados Unidos, además de varias nacionales, han mostrado interés por asociarse al programa.
-CONECTIVIDAD EN FIN DEL MUNDO
Los mayores beneficiados serán los científicos, en especial el polo de la Antártida. La Fibra Optica Austral será esencial para el Centro Subantártico Cabo de Hornos en Puerto Williams y el Centro Antártico Internacional de Punta Arenas, detalló Flores.
El doctor Rozzi consideró en diálogo con Prensa Latina que la tan anhelada fibra óptica para cubrir la Patagonia chilena y un poco más allá, dotará a la comunidad científica de un valioso instrumento para el desarrollo de las investigaciones.
En fecha reciente, Chile adelantó la extensión de sus áreas marítimas protegidas en la Reserva de la Biosfera de Cabo de Hornos, a la vez que anunció la construcción del Centro Subantártico en Puerto Williams.
Rozzi, quien es igualmente director del Programa de Conservación Biocultural Subantártico, resaltó la protección de los océanos dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, con la implementación de la Reserva de la Biosfera de Cabo de Hornos.
Ello será posible con una extensión y creación de zona marina protegida en el Paso de Drake.
-El Paso Drake o Mar de Hoces es el tramo que separa América del Sur de la Antártida. A ello se suma en la idea de Chile, la implementación de estudios del cambio climático en Diego Ramírez e Isla Hornos y la puesta en marcha del Centro Subantártico, comentó.
Sin embargo, Chile se apresura asimismo en la configuración del Cable Transpacífico Asia-Latinoamérica, sobre el cual existe un memorando de intenciones alcanzado con China en noviembre de 2016 y ratificado en la reciente visita de Bachelet a Beijing en mayo de este año.
El viceministro de Telecomunicaciones Rodrigo Ramírez, señaló que que existen tres alternativas, de Shanghai pasando por Sydney, Australia; Auckland, Nueva Zelanda; y Valparaíso, Isla de Pascua y Archipiélago Juan Fernández, en Chile.
China, Tahití, Francia, y los mismos sitios anteriores chilenos; o finalmente Shanghai, Auckland y Punta Arenas.
–Chile pudiera estar camino a crear el mayor hub de conectividad de América Latina y el Caribe, subrayó Ramírez.
Con las dos alternativas en el ambiente, varios proyectos se alistan para aprovechar las nuevas oportunidades que se avecinan.
Además del Centro Subantártico Cabo de Hornos en Puerto Williams y el Centro Antártico Internacional de Punta Arenas, ambos con escenarios en el corto plazo, aparecen el Parque Eólico Cabo Negro y Laboratorios diseminados en la península Antártida.
Por si fuera poco, un Centro de Teledetección y Oceanografía y otro de Biomedicina, ambos en Punta Arenas.
La conectividad lo es todo para el desarrollo del país (…), no podemos quedarnos en las telecomunicaciones del siglo pasado, reflexionó Ramírez.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 1 de julio 2017
Crónica Digital /PL