Durante la transmisión anoche del programa Con el mazo dando, del canal Venezolana de Televisión y conducido por el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, se mostró un vídeo que denuncia el uso de menores de edad, por parte de opositores de la derecha reaccionaria, para conseguir sus propósitos desestabilizadores.
En el audiovisual, se presenta a un niño que fue empleado en la construcción de bombas caseras, conocidas como cocteles molotov, y a su familia, denunciando la manipulación hecha por la periodista Fani Valbuena, en una falsa historia difundida a través de la red social Instagram.
‘Cómo no indignarse con este vídeo del niño de Petare utilizado por la derecha. Miserables mil veces. Yo doy mi vida por ese niño. Todos debemos entregar la vida por niños como él’, expresó Cabello.
Profundamente indignado, el líder bolivariano aseguró que ‘si usted quiere que ese niño sea mañana un luchador, debe convencerlo con argumentos. Esa es la derecha que tenemos, que levanta falsos positivos, información errónea que transforman en supuestas verdades’.
Pero la historia de este niño no es la única en la Venezuela de estos días. La derecha reaccionaria está empleando a otros, muchas veces de los que andan en las calles buscándose el sustento diario, para utilizarlos como ‘escudos humanos’ en sus manifestaciones violentas, a cambio de unos cuantos bolívares, un pedazo de pan o una arepa.
La prensa internacional ha difundido en las últimas semanas imágenes de menores de edad, en medio de las contiendas callejeras, encapuchados o con sus rostros a medio cubrir con camisetas o pañuelos, lanzando piedras, saqueando, o destruyendo el patrimonio social, como si lo que hicieran fuera un juego del que no calculan sus graves consecuencias.
Existen evidencias que muchos de estos niños se acercan a los organizadores de las marchas de la oposición venezolana pidiendo algo de comer, y algunos de ellos andan descalzos y en muy malas condiciones de higiene, aseguró recientemente la activista de derechos humanos y ex Defensora del Pueblo Gabriela Ramírez.
Según la activista, esta forma macabra de emplear a menores de edad en acciones políticas ilegales no es nueva en Venezuela, pues en las conocidas guarimbas (protestas violentas) de 2014, personas con discapacidad mental fueron reclutadas para ser usadas en este tipo de manifestaciones.
La divulgación del vídeo que muestra al niño construyendo bombas caseras en plena vía pública, desenmascara las verdaderas intenciones de esa derecha que genera violencia y muerte, como parte de su plan golpista, y que no tiene escrúpulos al poner en riesgo la vida de un infante, solo por conseguir sus propósitos desestabilizadores.
El niño, por supuesto, no pertenece a la rancia aristocracia venezolana que toca calderos desde sus confortables apartamentos o que sale en arrebato a tratar de despojar a los desposeídos, los logros y beneficios que la Revolución Bolivariana ha logrado ofrecerle en este país tan disparejo.
El muchachito, ataviado con su uniforme escolar, reside en una humilde comunidad en la periferia de Petare, un barrio del municipio Sucre, en el estado Miranda, junto a una familia que la derecha venezolana desconoció e intentó presentarlo a través de las redes sociales como un desamparado.
Ahora, la familia de este niño pidió al presidente venezolano, Nicolás Maduro, que se haga justicia y se aplique la ley a los inescrupulosos que pusieron en peligro la vida de este menor de edad que, en su inocencia, jugó con la muerte, manipulado por los mismos que la usan como arma política, día a día, en las calles de la Patria de Bolívar.
Por Miguel Fernández Martínez
Caracas, 11 de mayo 2017
Crónica Digital /PL
He aquî el anti humanismo actuando grosera y desvergonzadamente. El niño fue dejado, por su madre que trabaja, en el colegio del sector con su uniforme modesto pero limpio. Al mediodîa una persona, cumpliendo su doble rol de oposiciôn y periodista fascista se lleva al niño con engaños y pagandole lo pone en un lugar cercano a la confrontaciôn de los asesinos incendiarios con la policia. Allî escenifica su crônica sin importarle en absoluto la vida del niño. La foto lo muestra llenando botellas con gasolina para las “molotov”. Inventa que los padres del niño fueron “ûltimados por el reeegimen de Maduro”. que es niño de la calle, que practicamente convive con la “aguerrida resistencia” La foto por las redes se hace viral. Aparecen los padres que aclaran que el niño lleva una vida normal con una familia modesta y digna pidiendo sanciôn bajo la Ley de Protecciôn al Menor. Se desbarata, una vez mas, un nuevo – de los cientos -“Falso Positivo” que el anti humanismo y la anti patria fascista con la “magnânime colaboraciôn de las empresas comunicacionales nos tienen acostumbrado.
La SIP y los medios de la oligarquia proyectan a diario un Mundo al Revês en Venezuela que necesariamente hay que cuestionar. Es cierto que hay grandes dificultades polîticas y econômicas. Es cierto que, la confrotaciôn de la oligarquia muy protegida por los paises poderosos contra los sectores progresistas y populares puede
desencadenar una terrible tragedia en la tierra de Bolivar. La Cancilleria debe jugar un rol mas activo por reforzar el dialogo rodeado por La Celac con la colaboraciôn del Papa Francisco