Fuera de esta decisión quedaron 38 países, entre ellos los de casi toda Europa, y Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur.
Los funcionarios consulares no deben dudar en rechazar cualquier caso que presente preocupaciones de seguridad, escribió Tillerson en la comunicación de las normas.
A juicio del titular, quien cumple con un memorando del presidente Donald Trump del pasado 6 de marzo, ‘todas las decisiones de visado son decisiones de seguridad nacional’.
Entre otros temas, el nuevo proceso comprende una revisión de los antecedentes personales y en parte de los perfiles en las redes sociales de quienes opten por una visa.
También se propone que los solicitantes informen sobre viajes anteriores y sus empleadores de los últimos 15 años.
Abogados y empleados consulares manifestaron al medio de comunicación mencionado que de esta manera se incrementará la cantidad de solicitudes de visas rechazadas y el proceso de emisión se hará mucho más lento.
Estados Unidos concedió el año pasado más de 10 millones de permisos de entrada a su territorio, recordó la fuente.
Washington, 24 marzo 2017
Crónica Digital /PL