El transporte, la energía, la educación y la recogida de desechos enfrentan hoy en Francia el impacto de la radicalización de las protestas contra la reforma de la jubilación, adoptada por el Gobierno sin voto parlamentario.
Desde fuerzas políticas de izquierda y sindicatos, sus líderes previnieron que la decisión de aprobar el pasado jueves el polémico proyecto al amparo del artículo 49.3 de la Constitución, que permitió eludir el voto en la Asamblea Nacional, dispararía el malestar de los millones de franceses opuestos a la extensión de la edad de retiro a 64 años y otras medidas incluidas.
“La cólera aumenta, y cuando hay mucha, pueden suceder cosas que no son aceptables”, alertó el fin de semana el secretario general de la Confederación General del Trabajo, Philippe Martinez, en un contexto tenso, con algunos episodios de violencia en las protestas de los últimos días y más de 500 arrestos efectuados por la Policía.
En el transporte público y aéreo continuaron las afectaciones por los paros, que en sitios como las estaciones de Versalles, en las afueras de París, y Lyon, en esta capital, registraron hoy la presencia en las vías férreas de manifestantes con pancartas, banderas y consignas antigubernamentales, bloqueando la circulación de trenes.
Respecto al ámbito energético, trabajadores del sector prosiguieron la huelga en refinerías, con reportes del sureño departamento de Bocas del Ródano, donde viven más de dos millones de personas, de la mitad de los puntos de venta de combustibles que carecen de algunos de estos.
También fueron bloqueadas rutas, por ejemplo en la norteña ciudad de Rennes, mientras se produjeron movilizaciones en liceos en la jornada de exámenes de bachillerato y alumnos de la universidad de París 1 Panteón Sorbona acordaron bloquear un campus.
En esta capital miles de toneladas de basura se acumulan en las calles de diversos distritos, pese a la requisición de los huelguistas decretada por la Prefectura.
Para el máximo dirigente de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Laurent Berger, la solución ante el tenso panorama es que el Gobierno retire la reforma de la jubilación o que el presidente Emmanuel Macron no la promulgue. El Ejecutivo insistió, en voz de su ministro de Economía Bruno Le Maire, en que la reforma es indispensable para lidiar con el déficit financiero en el sistema de retiro.
París, 20 de marzo 2023
Crónica Digital/PL
